Hace tempo el PRI se vio en una terrible disyuntiva: tenía que frenar la reforma electoral que se había planteado y que en todas formas le era adversa al expartidazo, o asumir las consecuencias de su abyección, lo cual ya le comienza a cobrar la factura al expartidazo.
En su afán por frenar la reedistritación, que a final de cuentas terminaron por aceptar, los priistas dieron paso a una figura jurídica que hoy los tiene en jaque al interior del estado y hasta en Puebla capital: se trata del famoso fenómeno de las candidaturas comunes.
El PRI perdió de vista el bosque por enfocarse en lo inmediato, y a final de cuentas terminó cediendo todo, se entregó en la reedistritación, lo cual ahora le hace mucho daño al tricolor y también en el tema de las candidaturas comunes, que están por destrozar al PRI.
Hoy el tricolor se enoja por las reglas del juego que están vigentes y que siempre se le dijo eran ventajosas para sus adversarios, pero hicieron caso omiso, y “en el pecado llevarán la penitencia”.
Pudieron haber impugnado en su momento pero no lo hicieron, dejaron pasar la reedistritación y las candidaturas comunes, por eso “en el pecado van a llevar la penitencia”. Ya no hay nada que hacer, las reglas están sobre la mesa y avaladas por el propio IEE que gustoso —y para no perder el tiempo— ha sacado poco a poco y “a cuentagotas” lo que tiene que ver con los registros de 5 de Mayo.
La culpa es del PRI por avalar un órgano electoral tan falto de credibilidad, que ha sido objeto constantemente de ataques por parte de los ciudadanos, y por permitir una reforma electoral que —hoy por hoy— lo tiene contra la lona.
El PRI dejó abierta la puerta para que el morenovallismo se sirviera con la “cuchara grande”, y de verdad lo hizo, pero la reforma siempre estuvo en su cara y la dejaron pasar; hoy son presa de lo que ellos mismos aprobaron. Paradojas de la vida.

Jorge Aguilar
Quien viene haciendo una muy buena campaña no de ahora, sino desde hace mucho tiempo, es Jorge Aguilar Chedraui, a quien le buscan “amarrar navajas” por todos lados.
Y es que Jorge sí ha sabido agrupar a mucha gente y hacer una gran campaña.
Aguilar Chedraui busca ganar y busca convencer, ese es su objetivo y para el cual lleva casi dos años trabajando.
Criticable, tal vez sí, pero a final de cuentas el fin justifica los medios, Jorge Aguilar no sólo busca ganar, sino también convencer. ¿Hay algo de malo en esto? No lo creo.