La primera víctima del addendum del Pacto de México ya cayó.
El discurso beligerante de Juan Carlos Natale de hace una semana en contra del Señor de los Cerros fue la gota que derramó el vaso y terminó con su bono de confianza.
Aquella tarde, Fernando Moreno Peña le tenía una encomienda, misma que tomó por sorpresa a nuestro personaje.
Minutos antes de ingresar al salón de Gobernadores del Centro Integral de Servicios, el delegado priista le entregó un discurso que tenía que pronunciar.
Moreno Peña le dio la indicación de apoyar a Pablo Fernández con el texto que tenía en su poder.
Natale tomó las hojas, leyó el texto pausadamente y tragó saliva.
A sabiendas de que es uno de los principales beneficiados del morenovallismo, al dirigente del Verde no le quedó de otra. Acató la orden. Sin embargo, se le veía incómodo, sudó frío aquella tarde en el CIS. Tartamudeó en más de una ocasión. Su nerviosismo lo delató.
Las fotos de aquel día infausto para Natale lo desnudan.
Si no me creen, les presentó una secuencia de nuestro fotoperiodista Cristopher Damián




Natale cumplió con el script y recriminó al gobernador por orquestar una elección de Estado.
Las palabras de Natale ocasionaron el enfado del Señor de los Cerros, quien no soportó la crítica y ordenó poner fin a las prebendas que recibe el dirigente del Verde.
No pasó ni una semana, cuando las declaraciones de Natale cobraron la factura. El pasado viernes, Alejandra Maupome Cajigal, encargada de despacho de la Secotrade y novia del dirigente del Verde, dejó de trabajar para el morenovallismo.
Su cese fue fulminante. La decisión se tomó al término de la firma del addendum del Pacto de México, cuando el Señor de los Cerros aún tenía el entripado.
Incluso, Maupome Cajigal no se lo esperaba, regresaba de la inauguración de la Exintex en La Purificadora cuando fue notificada.
El primer aviso del Señor de los Cerros llegó para el dirigente del Verde y, por lo visto, éste cayó en desgracia.