No tiene ni siquiera seis meses de que los índices de inseguridad en la ciudad de Zacatlán de las Manzanas —catalogada como Pueblo Mágico— han venido aumentando en forma alarmante, con decirle que en seis meses ocurrió un caso de chantaje telefónico y en menos de ese tiempo se han registrado cerca de 50 de estos delitos, y ni qué decirle del incremento de la venta de drogas y otras felonías que aterrorizan a los vecinos que nunca antes habían vivido tiempos tan oscuros.
El motivo del porqué del incremento de la inseguridad, vecinos y principalmente empresarios que viven y generan empleo por el turismo lo atribuyen a la llegada del comandante de la Policía Ministerial del Estado (PME), Armando Rodríguez, y de un “madrina” identificado con el nombre de Edgar Gutiérrez Ávila, alias “El Panes”, quien pareciera ser el verdadero jefe no sólo de este comandante ni de su comandancia, sino de una red de delincuentes que han extendido su centro de operaciones del Distrito Federal a San Martín y después a Zacatlán, Chignahuapan, Huauchinango y sus alrededores.
Edgar Gutiérrez sería el hombre que armado con un rifle R-15 —que se encuentra a resguardo de la comandancia de la PME de Zacatlán—, acompañado por otros cinco o seis sujetos de dudosa reputación y a bordo de una de las camionetas oficiales escolta envíos de drogas como cocaína, que llegan procedentes del Distrito Federal a la zona de la Sierra Norte del estado, operando bajo los servicios de un tal “Irwing N.”, propietario de un cabaret de nombre Bananas, que se ubica en la ciudad de Chignahuapan y que recientemente fue cateado por la Policía Federal, de donde por cierto escapó, siendo detenidos varios integrantes de la familia del narcomenudista.
Pese a que esta investigación federal sigue vigente, Edgar Gutiérrez sigue trabajando bajo las órdenes del comandante Armando Rodríguez, quien le da la facultad de pasar lista a los agentes adscritos a la comandancia de Zacatlán y de darles todo tipo de ordenes hasta realizar un “levantón” o “calentar” a un detenido, pese a que este personaje de ningún modo trabaja en la PME o en la Procuraduría General de Justicia. (PGJ).
Quienes conocen de este “madrina” no descartan que haya suministrado gran parte de sus ganancias ilícitas a su comandante, ya que don Armando Rodríguez es dueño de una cadena de zapaterías cuyas ganancias no le reportan tanto dinero como el que gasta manteniéndolas, pero le sirven como negocio para “lavar dinero sucio”.
Las zapaterías tienen por nombre Bella Época, se ubican en Xicotepec de Juárez —tiene dos—, Huauchinango y Zacatlán, esta última esta frente a las oficinas de Seguridad Pública, nada más la renta es de 23 mil pesos al mes, cuando reporta ganancias de 200 o 500 pesos a la semana.
La Cosa Nostra en la PME
Edgar Gutiérrez Ávila no solamente se hace pasar como primer comandante de la PME cuando ese grado ni siquiera existe, sino que también se dice comandante de la Policía Federal bajo la protección del comandante adscrito a Zacatlán y utiliza armamento de la corporación que presta a cinco o seis sujetos que no son policías para que en dos vehículos, una camioneta Explored de color guinda y una Ford tipo Lobo de color azul —que tiene reporte de robo—, se dedique a “levantar” a vendedores de droga que operan en la zona de la Sierra Norte, a quienes encierran en una casa de seguridad que hace dos meses la presidencia municipal de Zacatlán le prestó a la PME para que tuvieran dónde dormir, donde los torturan y los mantienen privados de su libertad hasta que sus familiares o cómplices les paguen “el rescate”, luego les fijan una renta mensual para dejarlos vender y los ponen en libertad.
De esta forma fue como este personaje “dio permiso” para que una red de narcomenudistas conocidos como “Los Sureños” —hombres vestidos a rape, con ropa tipo cholo, con tatuajes y armados— iniciaran sus operaciones en la ciudad de Zacatlán y entonces el narcomenudeo aumentó en forma alarmante y como consecuencia también comenzó a dispararse el índice de adictos.
Para que las actividades de este personaje y de toda su red de seguidores pase “desapercibida”, este mismo sujeto acudió a las instalaciones de Seguridad Pública de Zacatlán, se identificó como primer comandante y dijo que por órdenes del director de la PME, Juan Luis Galán, deberían de entregarle todas las direcciones y ubicaciones de las cámaras de seguridad y así ocurrió.
Paulatinamente, “El Panes” se ha apoderado de la plaza de Zacatlán y nadie se mete con él porque la PME lo protege.
El mismo inspector de la zona, Florencio Rodríguez Vázquez, se hace el desentendido ante las quejas que constantemente le llegan.
La “maleta” que este hombre le estaría llevando mensualmente es suficiente para dejarlo ser todo un “capo”.
Narcomenudeo infesta la ciudad de Cuautlancingo
Por falta de espacio, hasta la próxima entrega le voy narrar cómo la zona de Cuautlancingo se ha infestado de cocaína y heroína y quiénes serían los responsables.
Nos vemos cuando nos veamos.