Esta semana, dos días continuos (lunes y martes), se levantó la alerta Amber en Puebla debido a la desaparición de una quinceañera y al robo de una bebé de dos meses de nacida de las manos de su madre.
Afortunadamente, parece que está funcionando la alerta, aunque cabe recordar que aún está a medias, como se lo revelamos apenas hace unos días.
Y es que en Puebla dicha estrategia para la localización inmediata de niños extraviados y en peligro sólo se está realizando entre autoridades, y ahora con medios de comunicación.
Con esto, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Puebla ha emitido 15 alertas Amber, con lo cual se ha localizado, en la mayoría de los casos, a menores de edad que se fugaron de sus casas por propia iniciativa.
En últimos dos años y medio, en todo el estado de Puebla, cifras oficiales entregadas por la Ley de Acceso a la Información señalan que han desaparecido más de 200 menores de edad, más de 90 de ellos aún no se localizan.
Ahora son tres bebés de dos meses de los que nacidos desaparecieron en dos años. Un pequeño de un año y dos más de 2 años de edad; tres niños de 4 años de edad, otros dos de 5 y 7 años y dos de más 10 años y cinco pequeños de 12.
Lástima que aún en Puebla no se han firmado los protocolos de la alerta Amber. Lo que podría mejorarla, y mucho.
Aún se trabaja sobre ese protocolo, en el que participan muchas autoridades, como la Secretaría de Seguridad Pública, Gobernación, Salud, Educación Pública (SEP), la PGJ y diferentes ayuntamientos.
También, se debe inmiscuir a la sociedad, por ejemplo centrales de taxis u organismos no gubernamentales (ONG).
Hasta la fecha existen más de 15 entidades donde se han firmado los acuerdos para la coordinación en caso de robo de menores, pero Puebla aún no lo firma, aunque se aplica de manera incompleta.
El corrido
La situación laboral en el Órgano de Fiscalización Superior está de miedo, según nos contaron algunos trabajadores.
Y es que aseguran que los malos tratos a los empleados son la constante.
Algo así como medieval, donde los nobles son los altos directivos y los plebeyos y esclavos son los de abajo. Ni David Villanueva Lomelí se salva de las acusaciones.
Incluso, hace apenas unos días al exyerno de José Doger Corte —quien alguna vez ocupara el cargo de Villanueva Lomelí—, Ricardo Nava, fue dado de baja. Desde hace muchas semanas le buscaban los pies.
Pero la forma en que fue despedido revela la forma en que son tratados los empleados. Y es que cuentan que simplemente fue citado directamente en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para firmar el finiquito.
El despido se dio en este lugar, sin darle oportunidad de regresar a la oficina que ocupara desde hace poco más de un año tras la salida de Juan Carlos Moreno Valle.
Ahora Ricardo Nava forma parte del desempleo en Puebla.
Sin cabeza
En contraste con el desempleo, ahora nadie le quiere entrar a la Dirección de Comunicación de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, luego de que —como le adelantamos— Arturo Alfaro dejara el cargo.
A varias personas se les ha ofrecido el puesto, pero nadie quiere terminar el trienio sin ninguna seguridad de continuar trabajando en 2014.
Mientras, José Armando López Portillo hace las veces de secretario particular de Amadeo Lara, comunicador de la dependencia y aspirante a un cargo con Antonio Gali.
Y todo por el mismo sueldo.