En respuesta directa a mi columna del viernes pasado, recibí una serie de correos y mensajes vía Twitter, los cuales me confirmaron que en Casa Puebla ya se trabaja en el proyecto de un trenecito con destino a la Exhacienda de Chautla.
Lo que irónicamente publiqué en mi entrega anterior provocó el enojo de las huestes morenovallistas, que intentaron justificar el proyecto comparándolo estúpidamente con el Tequila Express y con el Chepe, que recorre las Barrancas del Cobre.
Con la información de los morenovallistas indignados, implícita en la avalancha de correos electrónicos recibidos en mi cuenta, descubrí que Puebla gastará una millonada para construir una vía que desplace al que será el nuevo juguetito del Señor de los Cerros.
De acuerdo con estos datos, deduzco que el trenecito morenovallista viajará de la antigua estación del ferrocarril de la 11 Norte hasta las inmediaciones de la Exhacienda de Chautla.
Partiendo de la base de que las vías que originalmente se utilizaron en la antigua estación del ferrocarril en su mayoría ya no existen, se tendría que construir una nueva vía de 50 kilómetros, con los derechos de paso correspondientes, los cuales se traducirán en una auténtica millonada.
Por increíble que parezca, el gobierno del estado va a destinar una inversión para “detonar” turísticamente la Exhaxienda de Chautla, que está muy lejos de ser uno de nuestros grandes tesoros.
Comparándolo con el Tequila Express, que viaja de la central de trenes de Guadalajara hasta la hacienda de Casa Herradura, tenemos que la llamada bebida nacional es uno de los principales atractivos de Jalisco, desde el punto de vista turístico, en donde el Mariachi, la degustación del tequila y el folclor del “Jarabe Tapatío” lo convierten en un extraordinario atractivo, a diferencia de la Exhacienda de Chautla, cuyos atractivos no pueden compararse con la Ruta del Tequila.
Es inconcebible que teniendo tantos tesoros reunidos en nuestro Centro Histórico, el gobernador piense en gastar una fortuna en un nuevo capricho. Además, el trayecto de Jalisco fue construido aprovechando una estación en funcionamiento y las vías existentes, por lo que sólo se tuvieron que añadir los tramos de vía para llegar a la Casa Herradura, la cual participó en el proyecto.
En el caso de Puebla, la inversión tendría que ser total, ya que no existe un metro de vías instaladas ni la terminal funcionando, ya que fue habilitada como museo. Por otra parte, el Tequila Express sólo hace dos viajes a la semana (uno el sábado y otro el domingo), saliendo a las nueve de la mañana y retornando al atardecer, con un cupo para 200 personas y un costo de mil 200 pesos por persona. En ese mismo esquema, tenemos que traslada a mil 600 personas al mes, lo cual no justificaría por ningún lado una millonaria inversión.
Para quienes no conocen la Exhacienda de Chautla, les diré que es un bella edificación que vale la pena visitar, pero que de ninguna manera justificaría un derroche de recursos como el que requeriría un proyecto como el que ya se pasea por la cabeza del gobernador.
Hay que considerar que de Puebla a la Exhacienda de Chautla se tendrían que construir 50 kilómetros de vías, lo que representa por lo menos 50 millones de dólares, a razón de un millón de dólares por kilómetro, sin contar el derecho paso, que implica la compra de los terrenos por los que pasará el trenecito.
De tal manera que estamos hablando de una inversión más que absurda, si consideramos el costo-beneficio del proyecto.
Está de más comparar esta locura con el famoso Chepe, que recorre las espectaculares Barrancas del Cobre.
Lamentablemente, la ocurrencia morenovallista será anunciada en cualquier momento, sin que nada ni nadie pueda detenerla.
Y así juran que “lo mejor está por venir”.