Como siempre he mencionado, el emprendedor es aquel que trabaja para que su sueños se conviertan, en primera instancia, en un objetivo, realizando un plan para que esta meta sea una realidad.
El emprendedor no siempre es aquel que inicia un negocio o hace crecer su propio negocio, también es quien su sueño va enfocado en un tema social, esperando transformar su comunidad, estado o país.
Este tipo de emprendedores son lo que conocemos como emprendedores sociales, los que generan una participación ciudadana activa en las decisiones y transformaciones de su comunidad. Los emprendedores sociales son personas que buscan poner en práctica ideas cuyo fin es resolver problemas presentes en la sociedad. Su fin no es económico, aunque existe también la idea del emprendimiento social como una mezcla entre ideas innovadoras que buscan un cambio social y cierto beneficio económico para poder aplicarlas. Las asociaciones civiles u organizaciones sin fines de lucro podrían entrar en esta última categoría.
Al ser un emprendedor social, tomas en tus manos la responsabilidad de dirigir y liderar las acciones que encaminen a un bienestar de la sociedad.
Un claro ejemplo de éxito es la red de jóvenes Un Millón de Jóvenes por México (1MJxM), donde un grupo de mexicanos se unieron para convocar a los jóvenes de México para trabajar unidos en la transformación del país, buscando ser un vehículo ciudadano para fomentar una agenda a favor de la juventud. Como observamos, 1MJxM tiene una idea clara de qué quiere y hacia dónde va.
Esta red de jóvenes no sólo puede ser un ejemplo de éxito emprendedor, sino también un ejemplo de cómo la sociedad civil se puede organizar para ser escuchado en las altas esferas del gobierno. Por ejemplo, 1MJxM trabaja a través de redes en varias ciudades, más que en estados de la República, a los que conocen como nodos, esto le da un sentido de innovación, que es lo que los emprendedores, en general, deben de buscar.
Para identificar qué es lo que deseas como emprendedor social es necesario tener claras la misión y la visión de qué deseamos y qué queremos. En el análisis de nuestro caso de éxito, 1MJxM tiene la visión de llegar a tener presencia en las 40 principales ciudades del país, y su misión es realizar esta agenda de libertad y corresponsabilidad, que realmente esté comprometida con la juventud; cuando tienes ya estos datos, lo único que te falta es tener un plan de acción.
El emprendedor social tiene sus fortalezas en sus acciones más que en sus discursos. La identificación y resolución de problemas sociales a gran escala requiere de personas ambiciosas, innovadoras y creativas, comprometidas con una visión social de la actividad económica y con la determinación de persistir en su lucha por los asuntos sociales más importantes, como el caso de 1MJxM.
Así, la obtención de beneficios en el emprendimiento social va ligada a la reinversión de estos en el propio proyecto, para que sea sostenible y aumente el impacto social generado.
El desarrollo de un proyecto social implica, pues, aplicar soluciones reales e innovadoras a problemas públicos, y tiene como objetivo ser viable y auto sostenible. La finalidad del emprendimiento social puede ser múltiple y suele vincularse a retos medioambientales, económicos, educativos, sociales o culturales.
Felicito a nuestro caso de éxito analizado en esta columna, Un Millon de Jóvenes por México, ya que su innovación de ideas transformará a México.