El día de ayer la nota principal de Intolerancia Diario provocó que se realizaran durante toda la mañana reuniones entre los altos mandos de la Secretaría de Transporte, no para resolver los conflictos que genera el deficiente servicio en la Angelópolis, sino para descubrir al presunto informante que filtró los nombres de los miembros de la mafia que encabeza el subsecretario Carlos Zurita García y las ligas de éste con la empresa Estrella Roja.
Hay que recordar que la revelación de Intolerancia Diario dejó al descubierto que el subsecretario de Transportes es quien controla a la mafia de esta dependencia, compuesta por el presidente de la Comisión de Transporte del Congreso del estado, Jorge Garcilazo Alcántara, por los transportistas Benjamín González Loyola y Miguel Ángel Aceves, además de los funcionarios Sebastián Lagunes y Luis Edgar García.
Ante la presión de los reporteros de este rotativo, los implicados —salvo el diputado Gracilazo— se negaron a dar entrevistas para aclarar su participación dentro del clan de Zurita.
Sin embargo, los beneficios y privilegios que han recibido los dos transportistas, y los documentos que demuestran que el secretario particular de Zurita fungió como representante de la ruta Bicentenario hacen flagrante su participación como miembros activos de esta mafia.
El día de ayer, el propio Zurita citó a una reunión urgente a las 17:30 horas a los miembros de la Coordinadora del Transporte, compuesta por los líderes transportistas de la ruta 10, Galgos del Sur, ruta Mayorazgo y a los representantes de las regiones de transportistas de Tehuacán, Atlixco, Zacapoaxtla, Tepeaca y otras más, para exigirles que no entren en defensa de la cancelación de la concesión de la ruta Bicentenario, bajo la amenaza de quitarles también sus respectivas concesiones.
Al término de la reunión, Zurita conversó en privado con los miembros de su pandilla para analizar el impacto de las revelaciones periodísticas, sobre todo porque desde hace semanas aseguraban que el Zar del Transporte sería el nuevo titular de la ST.
Para nadie es un secreto que la mafia del transporte ha secuestrado la dependencia, pensando que así garantizaban que Zurita fuera el futuro titular de la Secretaría de Transportes.
Será interesante ver si el gobernador Moreno Valle que se ha empeñado en limpiar los viejos cacicazgos, termina fortaleciendo al Clan Zurita, o si se atreve a dar el paso definitivo para erradicar la ancestral corrupción en la ST.
Veremos y diremos.
 
El deslinde de Garcilazo
El único que no tuvo más remedio que responder los cuestionamientos del reportero de Intolerancia Diario fue el diputado Jorge Garcilazo, quien tomó el camino fácil al negar su participación dentro del Clan Zurita.
Para su mala fortuna, existen pruebas fehacientes de su participación activa dentro de esta mafia tanto como presidente de la Comisión de Transporte como por su estrecha relación con permisionarios que han sido beneficiados en este sexenio.
Las profundas huellas de Garcilazo son las mismas que dejan los marranos en los chiqueros.
Ni más sucias ni menos hediondas.