El día de hoy tocaremos un tema muy importante que nos compete a todos como mexicanos, pero sobre todo como emprendedores: la Reforma Hacendaria.
Mucho se ha dicho, a favor o en contra, de la reforma presentada por el Ejecutivo federal, y que en la Cámara de Diputados fue modificada para ser aprobada la semana pasada, pero ¿qué impacto tendrá con los emprendedores? Por una parte, una serie de estrategias que pondrán en riesgo la capacidad de operación de nuestras Pymes, puesto que esto es sólo el corto plazo, lo que implicaría analizar una serie de disposiciones legales (como la ley “antilavado”) que, sumadas a éstas, permitirán controlar de manera casi automática y auditora cada movimiento financiero que se realice.
La reforma incluye un Régimen de Incorporación Fiscal, un Régimen de Incorporación a la Seguridad Social y disminuye las cuotas de seguridad social; por otro lado, con la desaparición del IETU y el IDE, los emprendedores reducirán los cálculos contables para su declaración de impuestos, elevando así su productividad.
La incorporación de las tecnologías es otro punto que beneficia a los emprendedores, ya que se creará un sistema digital abierto y gratuito para el cumplimiento fiscal de las Mipymes, lo que facilitará y simplificará el pago de sus impuestos, reduciendo tiempo y facilitando la operación económica de los contribuyentes.
Escuchamos que la reforma afecta a los que siempre pagan impuestos, y estoy de acuerdo porque también esperaba —al igual que todos— una estrategia más completa para el fortalecimiento y crecimiento del padrón de contribuyentes, seguimos esperando que el comercio informal tenga, al igual que el resto del comercio, una responsabilidad fiscal que aporte al crecimiento económico del país, pero la forma en que se plantearon los impuestos hay que verla como una manera de que el ciudadano “de a pie” contribuya un poco con la economía del país.
La Reforma Hacendaria es una reforma que apuesta por el talento productivo y el espíritu emprendedor de los mexicanos. Además, con éstas y otras medidas, el Gobierno Federal impulsa la formalización, productividad y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, con el claro objetivo de hacer de México un país próspero y justo para todos, en el que dada persona pueda escribir su propia historia de éxito.
Con la reforma 75 por ciento del crédito inducido será canalizado a proveer garantías a Pymes y para subsidios productivos, lo que fortalece de manera directa a la formación de nuevas empresas y, como resultado, a la creación de nuevos empleos.
Mas recursos para la banca de desarrollo, con el objetivo de llegar a la meta de mil millones de pesos para financiamiento, logrando su principal objetivo, que es el de impulsar la creación de las Mipymes.
Si observamos detenidamente la Reforma Hacendaria nos podemos percatar que las Pymes tendrán la oportunidad de generar un escalonamiento real. El problema es que no estamos acostumbrados a ser ciudadanos responsables, y a nadie la gusta pagar impuestos, pero el punto radica en que debemos confiar en nosotros mismos para lograr lo que deseamos como emprendedores y conocer las nuevas herramientas que la Reforma Hacendaria nos da para tener ese escalonamiento que deseamos.
Hay quienes, de una manera catastrofista, y con un pensamiento derrotista, nos dicen que la reforma afectará a las Pymes y veremos el cierre de muchas de ellas en 2014, pero lo importante es saber reconocer las oportunidades que el Gobierno Federal plantea, tomarlas como propias y hacer de ellas una herramienta que dé certeza y sustentabilidad a nuestros proyectos.
Robert Kiyosaki, autor de Padre rico, padre pobre, nos plantea que quien tiene un pensamiento pobre siempre buscara tapujos y obstáculos, pero el rico siempre verá oportunidades.