La madrugada del viernes, elementos de la Secretaría de Marina realizaron en la ciudad de Puebla un operativo para desmantelar una de las redes más importantes de falsificadores de discos para videos, películas y anexas que operaba desde el “intocable” mercado Jorge Murad, mejor conocido como “La Fayuca”, cuyos integrantes formaban parte del crimen organizado, desmantelando uno de los “laboratorios” más grandes de la historia de Puebla, donde fueron asegurados implementos para la “clonación” de discos, además de que fueron cateados al menos tres locales del mercado donde hallaron evidencia suficiente para demostrar que en la ciudad de Puebla operaba una de las más importantes bandas de falsificadores, comandada presuntamente por Miguel Olvera Flores, alias “El Fresa”, quien además fue dirigente de este mercado.
Resultado además del aseguramiento de dos laboratorios, el primero en la Adolfo López Mateos, fue la detención de dos de los hermanos de “El Fresa” y de un hijo de éste, a quienes los ubicaron en el interior de las instalaciones, donde se perpetraba una serie de delitos federales que estaban a la vista de todo el que llegara a este mercado.
La presencia de personal de la Marina para desactivar a la importante red de falsificadores de discos compactos dejó a la vista la complicidad que tienen con estos funcionarios de la delegación Puebla de la Procuraduría General de la República (PGR), a quienes nunca se les ocurrió poner en orden no sólo a los integrantes de esta organización de falsificadores, sino a otros grupos de “malandros” más, ya que éstos no son los únicos propietarios de sendos negocios de venta de películas, videos y discos “piratas” que operan en este mercado.
De hecho, al momento de ocurrir el operativo de la Marina, muchos de los comerciantes del mercado de la Fayuca, incluso los mismos hermanos del “Fresa”, estaban molestos porque ellos aseguraban que “ya le habían entrado” con “los de la Recta”, e incluso reclamaron lo que ellos consideraron una traición, aunque luego les dijeron que se trataba de otras autoridades con las que difícilmente se podían establecer este tipo de componendas.
Y para demostrar que la Marina sólo había venido por un sólo grupo de clonadotes de discos, tras la retirada de los efectivos, la venta al público en ese mercado fue igual, como si no hubiera pasado nada, incluso locales de venta de películas, de la misma magnitud de los que fueron cateados, operaron con toda la normalidad exhibiendo sus productos con pantallas de 50 pulgadas con potentes bocinas y con empleados que discos en mano ofrecían las copias clandestinas en 10 pesos cada una, y 6 por 50.
Este hecho dejó de manera evidente la presencia de la Delegación Puebla de la PGR, ya que pese al operativo de los marinos y enterados de los laboratorios registrados, el personal de la dependencia federal no se le ocurrió, ni siquiera por vergüenza, pedirle a los comerciantes de este ramo que no abrieran; es más, muchos dicen que siguieron trabajando a petición de los mismos funcionarios, para demostrarles que la protección seguía, para que “le siguieran entrando”.
Y conste que sólo hablamos de protección a la “piratería”, porque en otros asuntos —como el “narcomenudeo”— los federales ni siquiera se han inmutado de que en la zona de San Andrés Cholula un grupo delictivo asentó sus reales para la venta de drogas, y qué decir de las bandas dedicadas al robo de oleoductos.
Al lector no le extraña que las corporaciones policíacas o los mismos de seguridad de Pemex sólo aseguren vehículos con combustóleo robado y no a sus conductores o cómplices.
“¿De a cómo?”
 
La Casa de los Enanos, capitulo dos
Todo parece indicar que el famoso embargo de las instalaciones de la Casa de los Enanos, ubicada en la avenida Juárez y 17 Sur, fue realizado con demasiadas irregularidades; tantas, que una autoridad federal prepara la protección a los antiguos dueños, tras dar por bueno un amparo.
El bufete jurídico Téllez y Asociados puede presentar noticias que tendrían que ver con la caída de algunos funcionarios que participaron en el caso ejecutivo mercantil.
Cuando ocurrió el desalojo quien dio los primeros pormenores de lo que ocurría fue José Luis Ramírez Téllez, el abogado de la familia afectada por el desalojo.
Nos vemos cuando nos veamos.
 
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