Volviendo a la esencia del oficio del periodista, esta semana en Intolerancia Diario presentamos información que confirma la crisis que en materia de seguridad vive nuestro estado, pasando por la capital.
Con datos duros demostramos que, más allá de la percepción, el estado de Puebla se convirtió en uno de los estados con el índice más alto en asaltos con violencia, cuando anteriormente disfrutábamos de una de las tres entidades más seguras del país.
El día de ayer un lector me cuestionó aseverando que Puebla es más seguro que estados como Veracruz, Michoacán, Morelos y Guerrero, entre otros.
Lo que no sabía este lector es que, más allá de las rencillas entre los grupos criminales relacionados con el narcotráfico, Puebla tiene uno de los índices de asaltos violentos más alto que en varios de estos estados, lo cual, para fines prácticos, es mucho más peligroso para los ciudadanos comunes y corrientes como usted y yo.
Mediáticamente, las ejecuciones múltiples, los decapitados en las calles y los “levantones” a miembros de los diferentes cárteles acaparan los principales espacios noticiosos; sin embargo, el asalto a mano armada, el robo a casa habitación y el secuestro se han incrementado en grados superlativos, sin que exista una estrategia de seguridad para atacar a estos delincuentes.
El miércoles pasado dimos a conocer los nombres de algunos de los ladrones de las tiendas Oxxo, derivados de información que obtuvo la propia empresa gracias a sus estrategias y protocolos de seguridad.
Fuentes al interior de la cadena Oxxo revelaron la inconformidad de la empresa regiomontana ante la nula respuesta de las autoridades.
Sorpresivamente, tras estas publicaciones, el día de ayer fue detenido uno de los ladrones denunciados hace apenas dos días en Intolerancia Diario, con nombre y fotografía.
Casualmente, “El Trompas” fue capturado el día de ayer, lo cual nos hace pensar que, cuando quieren, las autoridades terminan siendo eficientes.
Si las denuncias periodísticas hechas por Intolerancia Diario en los últimos días fueron las que motivaron la detención de “El Trompas”, debemos sentirnos satisfechos; y si fue una simple coincidencia, pues bendita coincidencia.
Al final del día, lo verdaderamente importante es limpiar la ciudad de estos delincuentes, sin importar el origen de la información.
No quiero pensar mal, y suponer que esta eficiencia está ligada a las complicidades de la Policía, que conoce a los ladrones y que los tiene perfectamente ubicados.
Esta vez quiero creer en nuestros policías, los cuales en menos de 48 horas lograron la primera captura de la amplia lista presentada por Intolerancia.
Hoy quiero creer.