La semana pasada se iniciaron y concluyeron los registros para los aspirantes —o mejor dicho, “suspirantes”, a convertirse en comisionados del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).
Y como ya se sabe, entre las favoritas está la integrante de la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP) Blanca Lilia Ibarra Cadena, quien ha crecido mucho en el mundo de la transparencia.
Pero también reapareció el excomisionado y súper controvertido Samuel Rangel, quien siempre ha soñado ser integrante del IFAI.
Lo cierto es que hay mucha diferencia entre Blanca y Samuel, en su proceder por la transparencia.
Mientras Ibarra Cadena en verdad ha luchado contracorriente haciendo proyectos resolutivos muy apegados a la Ley de Transparencia de Puebla, el buen Samuel se dedicó a hacer todo lo contrario, siempre a la ordena del ejecutivo, fuere cual fuere.
En este mismo espació le platicábamos, ante su salida de la CAIP, que Samuel Rangel iba buscar trabajar en el IFAI, aunque sea en un área administrativa, pero no pudo lograrlo por sus malos antecedentes.
Pero ahora le tiró a la grande y pretende que lo avale el Senado de la República para que sea comisionado.
En los pasillos de la transparencia se dice que finalmente “se vale soñar”.
Mientras que Blanca Lilia parece tener muy buenas oportunidades, no sólo porque ha sido nombrada por diversos medios nacionales entre las favoritas, sino porque en esta ocasión se buscará la equidad de género y hubo pocas mujeres en el registro.
Tiempo al tiempo.
 
El director
Al interior del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado (SOAPAP) ya hacen fiesta por la cercana salida de su director, Manuel Urquiza.
Por cierto, este funcionario estatal apenas fue abordado por reporteros, a quienes concedió entrevista siempre y cuando no le preguntarán de la concesión del organismo descentralizado.
Pero obviamente le dijeron que sí pero no cuándo, y fue cuando lo acribillaron con preguntas del tema prohibido, lo que nos sólo lo molestó, sino que lo desnudó en su incapacidad del manejo de medios.
Y ahora que se va del SOAPAP habrá fiesta, aunque muchos piden ya su cabeza, y es que señalan tiene un negro historial en Querétaro, que en Puebla vino a ratificar.
Pero eso es otra historia que le contaremos en la siguiente entrega. Todo mientras seguimos bordeando los boquetes que deja el SOAPAP por toda la ciudad.