Los sueños del senador Luis Miguel Barbosa por ocupar la silla principal de Casa Puebla se esfuman. Los pleitos constantes con Los Chuchos, cuya corriente lo catapultó a las grandes ligas de la política nacional, parecen irreconciliables.
Ni soñar con la minigubernatura, la ruptura es más que evidente. El divorcio entre el senador Barbosa y la tribu de Nueva Izquierda vive sus últimos momentos
Los Chuchos, como buenos mercaderes, se alinearon al proyecto político del Señor de los Cerros pero excluyeron al senador de marras.
Las señales más evidentes de la ruptura las dieron Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes vieron en Barbosa a un personaje que les estorbaba en la relevancia de la dirigencia nacional; nuestros personajes aprovecharon la enfermedad del senador e intentaron arrebatarle la coordinación cuando estaba en el hospital, pero fracasaron; en aquella ocasión Dolores Padierna salió en su defensa.
A principios de mes fuimos testigos de cómo Barbosa fue ignorado por el Señor de los Cerros en el festejo del 25 aniversario en Puebla; en tanto, Zambrano elogió la tendencia de izquierda de Luis Maldonado, quien días antes había sido figura en un foro internacional realizado en Puebla sobre esta ideología.
A los siguientes días, el titular de la Secretaría General de Gobierno se afilió al Sol Azteca y la cúpula perredista lo cobijó; sin embargo, Barbosa no estaba ahí.
En el baúl de los recuerdos quedaron las alabanzas del gobernador al coordinador del PRD en el Senado, como fue el homenaje que le rindió el gobierno poblano a Luis Miguel Barbosa; en aquella ocasión Moreno Valle elogió su trabajo, palabras más palabras menos dijo: “El país requiere políticos como él, que sin dejar de lado ideologías, privilegian el interés de México”.
Sin embargo, la relación se enfrió.
Luis Miguel Barbosa dejará a Los Chuchos, de quienes se puede escribir un libro como mercaderes de la política, acompañados de Aguilar Talamantes, y ahora tratará de hacer algo con el grupo disidente del PRD, y sus seguidores en Puebla tendrán que definir si son leales o se doblegan ante al gobernador.
Será interesante ver cómo reaccionan.
Maldonado, una piedra en el camino
La incorporación de Luis Maldonado Venegas al PRD puede ser un debut y despedida.
La tribu Izquierda Democrática Nacional impugnará la incorporación de Luis Maldonado Venegas al PRD, bajo el argumento de que en el estatuto del Partido de la Revolución Democrática en sus artículos 14, numeral 2, incisos d, e y f, y 15; como del Reglamento de Afiliación en su artículo 8, numeral 2, incisos d, e y el f, que establecen la prohibición para afiliarse de aquellas personas que tengan antecedentes de represión, violación a los derechos humanos, corrupción, abuso de autoridad, supeditación a un gobierno contrario a los principios, proyecto y programa político del PRD.
Si se toma en cuenta que Luis Maldonado es el encargado de la política interna en el estado, tiene responsabilidad en las acciones del gobernador en contra de los movimientos sociales que respalda el Sol Azteca, así como en las detenciones de los tres ambientalistas. Haciendo caso a los estatutos, la afiliación de Maldonado sería anulada por la Comisión de Garantías y Vigilancia.
Sin duda, para el secretario general del gobierno morenovallista la impugnación representa una oportunidad más de demostrar su habilidad para salir avante, sobre todo porque conoce el tejido perredista para superar esta prueba.