1. La forma más elemental para definir a la ciencia sería: como una suma de conocimientos debidamente metodizados, comprobados experimentalmente, bajo nombre propio y especificación precisa para su aplicación. La de tecnología es aún más breve: a la aplicación científica se le denomina tecnología.
2. El gran ideólogo socialista-comunista que dirigió rectoralmente nuestra alma mater, Luis Rivera Terrazas, fue el fundador del Instituto de Ciencias de la UAP (ICUAP), el cual seguramente partió para la fundación de este centro investigatorio de la definición de comunismo, que es: “socialismo + electricidad”.
3. En las horas más aciagas del estertor agónico, de cuando existía mucho gobierno, poca sociedad, escaso Estado contemporáneo, el ICUAP siguió con sus labores, creando una serie de resultados, lo cual era su obligación social.
4. Hoy, en el 2014, la fundadora del Laboratorio de Polímeros del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la UAP, creado en 1992 por la doctora en Polímeros de la Facultad de Química de Kazajstán, antigua URSS, Judith Percino Zacarías, magnifica la producción científica de una década de esfuerzo al lado del investigador Víctor Manuel Chapela, patentando en los EU, y en los países miembros de la Unión Europea, así como en nuestra patria, el “proceso para obtener dímeros, trímeros y hasta polímeros, de compuestos derivados de pirídinmetanol”.
5. Mi ignorancia en el campo de la química me impide darle mayor desarrollo a este logro, donde 3 mil 650 días fueron invertidos para su creación, dejando a las industrias del mundo occidental en aptitud de comprar o arrendar la patente del ICUAP. La relevancia de la difusión que se le dio al suceso revela la calidad moral y administrativa del actual rectorado.
Nuestra casa
Diabéticos y obesos del mundo entero deben ser castigados por sus gulas pasadas, obligándolos a caminar, en la rancia calle de Santa Clara de los camotes, de los macarrones, de la fruta cristalizada, de los vinos serranos y también de una que otra tienda micro-boutique.