La presencia de integrantes del cartel de los Caballeros Templarios en Puebla, tras la aparición de narcomantas, además del "saludo" que recibió el director de la Policía Ministerial del Estado (PME), con uno de sus elementos, a quien privaron de la libertad y golpearon, prendió los “focos rojos” del gobierno de Puebla, a grado tal que no sólo anunciaron que los festejos patrios iban a ser "blindados" para la seguridad de los poblanos, sino que además diversos puntos de la ciudad de Puebla, principalmente el centro histórico, son recorridos por patrullas militares perfectamente pertrechados, para cualquier caso de emergencia.
De hecho, esta administración ha hecho lo escaso a sus manos, cuando se tiene a un secretario de Seguridad Pública del estado, que no es policía, tampoco militar o abogado, sino ingeniero, para poder evitar que el crimen organizado se apodere del territorio poblano.
Para tratar de controlar el alto índice delictivo que se gesta en la zona de Palmarito Tochapa y sus alrededores, ya anunciaron un “arco de seguridad” en el tramo de Palmar de Bravo, dónde la presencia del crimen organizado es constante por delitos que van desde el robo de hidrocarburos hasta la cínica venta de estos, protegida por los ayuntamientos de esa zona, hasta el asalto en carreteras, el tráfico de indocumentados, el narcomenudeo, hasta la guerra entre organizaciones criminales que ha dejado un reguero de sangre y terror entre los habitantes, por los enfrentamientos armados donde se han detonado armas de asalto y del uso exclusivo del Ejército mexicano.
Otro “arco de seguridad” será instalado en Santa Ana Chalmimiluco, donde existe la presencia marcada de grupos criminales dedicados a los asaltos a transportes, la extorción, el robo en ductos de Pemex, el narcomenudeo y otros más.
En la Sierra Norte, donde se han desatado los secuestros y las extorsiones, el gobierno de Puebla anunció la presencia permanente del Ejército mexicano a través de una base militar, aunque los secuestros, ejecuciones y felonías que se han registrado en la zona continúen impunes.
El enemigo en casa
Extraña que en el caso del agente de la PME “levantado” presuntamente por Caballeros Templarios, tras la detención de uno de sus miembros, porque tripulaba un vehículo con placas apócrifas de Sinaloa, que estos sujetos hayan seleccionado a un elemento del grupo que participó en la detención de su compañero.
Alguien debió haberles avisado a qué grupo deberían amedrentar, lo que demuestra que esta corporación se encuentra infiltrada y no sería extraño, hay informes completos de agentes que han cambiado de bando.
Extraña también que este gobierno, preocupado por la seguridad de los poblanos, no haya atendido la zona sur del estado, donde el crimen organizado tiene más presencia, donde existe una especie de corredor que va desde Acatlán de Osorio, pasa por Izúcar de Matamoros, Atlixco y se distribuye tanto en San Pedro y San Andrés Cholula, así como la ciudad de Puebla.
Este "corredor" estaría siendo utilizado por grupos criminales de Morelos y de Veracruz (Zetas y Beltrán Leyba), que recientemente se unieron, junto con el Cartel de la Nueva Generación, de acuerdo con un reportaje reciente publicado por la Revista Proceso.
En esta zona es donde han aparecido laboratorios clandestinos para la elaboración de las drogas conocidas como mentafetaminas y cristal.
Usted debe de recordar que entre Atlixco e Izúcar de Matamoros se han registrado violentas ejecuciones, han aparecido cuerpos mutilados y se han dado las más violentas emboscadas.
Entonces ¿por qué no existe un arco de seguridad?
¿Por qué se ha permitido que en ese corredor no se haya registrado un sólo cambio de comandantes de la PME, para tratar de evitar cualquier tipo de contubernio?
¿Por qué el gobierno de Puebla, a través del ingeniero Facundo Rosas Rosas, secretario de Seguridad Pública del Estado, se ha desentendido del sur del estado, de la Mixteca poblana?
Medidas drásticas defensivas
Juan Luis Galán Ruiz, el director de la PME, de quien un correo denuncia que ya puso a la venta las comandancias de la Ministerial, no se ha preocupado en cambiar a los mandos de las comandancias, en donde se presume el incremento del crimen organizado.
Sólo ha indicado que sus agentes se reporten por lo menos tres veces al día, para estar pendientes si alguno fue "levantado".
"Glup".
Nos vemos cuando nos veamos.