La semana pasada le revelamos en este espacio de la ruptura entre habitantes de Chalchihuapan con Roxana Luna Porquillo.
Finalmente, este miércoles se confirmó que no la hay totalmente, aunque sí una separación sana.
La desconfianza permeó entre los antimorenovallistas y la sombra del divide y vencerás llegó a la junta auxiliar que tantos dolores de cabeza ha sacado a las autoridades estatales.
Todo surgió desde la aprehensión del edil auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, Jairo Javier Montes, ocurrida en la localidad de San Juan Amecac.
Y es que el edil, buscado por la Procuraduría de Puebla, se mantenía a salto de mata desde que cinco de sus paisanos fueron sacados literalmente de sus camas, a punta de pistola, por policías ministeriales.
Javier Montes no fue localizado en su casa, simplemente porque tenía muchos días sin estar en ella, por el temor justamente a ser detenido al ser el “enemigo público número dos” del gobierno del estado.
Claro, la primera es Roxana Luna, pero tiene fuero.
Contrario a la versión de que fue engañado por organismos civiles, Javier acudió a Amecac mediante engaños.
Fuentes nos revelaron que en realidad el edil más buscado de Puebla llegó a la fiesta del poblado mixteco.
Fue invitado por el presidente de esta demarcación, con quien lleva gran amistad, para pasarla bien y tranquilo en los festejos, algo así como para olvidar los problemas y sacarse el estrés.
Obviamente, le prometió protección, además de que le aseguraba que nadie en esa región de la Mixteca poblana lo conocía.
Fue así, cuando estaba en plena pachanga en los gallos de la feria, como arribaron al poblado más de cien elementos ministeriales.
Temían los policías un enfrentamiento fuerte con los pobladores, por eso la razón de enviar a tanto empistolado.
Le cayeron de sorpresa no sólo a él, sino a todo el pueblo, que en su mayoría no lo conocía, por lo que ni se metieron, pensando que se trataba de un terrible delincuente, sobre todo por el impresionante operativo.
De esta visita supuestamente solo tres personas lo sabían:
1.- El edil de Amecac
2.- Su mamá, Araceli Bautista
3.- Roxana Luna.
Y es que cuentan que con la legisladora intercambió llamadas telefónicas antes de la salida de su casa de seguridad, donde se resguardaba.
Por eso cuando es detenido, Araceli entra el cólera y acusa directamente a la diputada perredista de haberlo entregado.
Algo así como Judas a Cristo.
Finalmente, se sabe que, ya con los nervios más tranquilos, intercambiaron palabras y se calmaron los ánimos, a sabiendas que el movimiento sería el más afectado.
También se supo que en las juntas auxiliares subversivas existen plantados ya “orejas” o espías del gobierno estatal, para informar de cualquier situación anómala.
Pero también ahora las miradas de desconfianza están hacía otros supuestos antimorenovallistas, que creen están infiltrados y vendiendo el movimiento como espías.
Ahora las miradas están centradas en varios personajes que nos reservamos sus nombres, pero están muy bien detectados.
Incluso, uno de ellos fue el que filtró el documento a varios medios de comunicación donde integrantes del Comité contra la Represión se deslindan de Roxana Luna, incluido Intolerancia Diario.
Solo que aquí esperamos a confirmar las versiones de los protagonistas.
En tanto, la guerra continúa y sólo el tiempo con sus actos revelarán a las también llamadas Ratas.
Mientras tanto, Javier Montes duerme en el penal de San Miguel, acusado de intento de homicidio contra policías estatales en el enfrentamiento del 9 de julio, que dejó como saldo decenas de lesionados y la muerte del niño José Luis Tlehuatle Tamayo.