La noticia se conoció a través de un correo llegado a Cinco Radio, al conductor y periodista Javier López Díaz.
Un reporte de la red indicaba que la Contraloría del estado había intervenido la Dirección de Ministerios Públicos de Tehuacán, donde se encuentra o se encontraba a cargo Rafael Carpinteyro Lazcano.
El motivo no se dijo, pero se advirtió que podría ser consecuencia de la serie de actos de corrupción y de abuso de poder en el que pudo haber incurrido uno de los hombres de toda la confianza del procurador general de Justicia, Víctor Antonio Carrancá Bourguet
Uno de los integrantes del cerrado equipo de confianza del procurador, donde también se encuentra el encargado de la investigación de robo de vehículos y asaltos a transportes.
Rafael Carpinteyro se ganó a pulso el descrédito por parte de abogados, ciudadanos e incluso periodistas de la zona de Tehuacán, por la serie de abusos que ha cometido al frente de la Dirección de Ministerios Públicos, amén de los rumores insistentes de que podría estar favoreciendo a la delincuencia organizada.
Por todo esto, el sólo reporte de que Carpinteyro Lazcano era es blanco de una investigación tuvo una gran aceptación en la segunda ciudad más importante de Puebla, aunque por otro lado, el hecho de que el procurador Carrancá no haya sido el que lo llamó al orden fue otro punto para que dejaran de creer que este gobierno está procurando justicia.
Pero no crea el lector que los ciudadanos tehuacanenses decidieron de un día para otro menospreciar a un servidor público de todo el "gran equipo de colaboradores del procurador".
En esta misma columna le presenté un correo llegado desde Izúcar de Matamoros, cuando Lazcano estuvo a cargo de la zona de Matamoros. Se la presentó nuevamente:
Desde Izúcar de Matamoros
“Saludos don Alfonso, soy un asiduo lector de su columna y me sorprende que usted qué conoce como nadie las entrañas de la procuraduría no haya denunciado el nombramiento de un mafioso que dice que compró la plaza de Izúcar, y que gracias a ello lo nombraron sin pasar ningún control de confianza ni examen de ningún tipo, además con averiguaciones previas en su contra pendientes, denuncias, quejas radicadas todas por órdenes superiores en la Mesa de Trámite Uno de la procuraduría.
”Rafael Carpinteyro Lazcano es director de Ministerios Públicos en la región de Izúcar, ha sido cesado en dos ocasiones de la procuraduría por corrupto y extorsionador; se le relaciona y pertenece a la mafia la excooprdinadora de ministerios en Cholula, actualmente prófuga por nexos con la delincuencia organizada, con la que fabricaba todo tipo de averiguaciones para extorsionar a personas adineradas de la región de Puebla, Atlixco, Chipilo, Izúcar, etcétera.
”Carpinteyro tiene varias denuncias por todo tipo de delitos, principalmente chantaje a empresarios de la región. Las averiguaciones previas contra Carpinteyro y sus clientes son archivadas, no progresan porque él controla una mafia de Ministerios Públicos. ¿Cómo es posible que regresen a la procuraduría este tipo de personajes? ¿Será cierto que le compró la plaza al subprocurador Proal Diez de Urdanivia? En fin, don Alfonso, o sabe usted esto, o como dice Carpinteyro que la prensa no se mete con él porque le deben favores”.
Hasta aquí la carta.
Hay que esperar a que se aclare de forma total la investigación a la que estaría siendo expuesto uno de los consentidos del procurador.
En breve la lista de sus consentidos y sus andanzas.
Silencio en el TJS
Por cierto, hasta el momento el Tribunal Superior de Justicia (UAPTSJ), a través de su titular, no ha hecho un sólo comentario en el caso del juez noveno de lo penal que de manera deliberada puso en libertad a un procesado por delitos contra la salid.
Y el reporte no es de un servidor, sino del abogado que presume ya le "compró su dignidad", que le ha pagado lo suficiente como para "tenerlo en línea", que incluso le pago los mariachis en la pasada comida de fin de año de los jueces.
Este abogado de ufana de haber invertido una fuerte suma para pagar horas y horas de mariachis, y en corto reclama porque sólo le dieron "una pinche botella" de Torres 5.
Pero ni el juez noveno ni el lector deben asustarse de los comentarios del lic, muchos jueces han pasado por su lengua viperina y como consecuencia ahora nuestro juez está obligado a aclarar cómo o por qué dejo libre a un narcomenudista que ya tenía meses interno en el Cereso de San Miguel.
Nos vemos cuando nos veamos.