Primero fue en el distrito de Tepeaca, luego Ajalpan, Teziutlán, Zacatlán y así poco a poco las prácticas intimidatorias se apoderaron de la elección del próximo domingo.
Los afectados de las amenazas, de los autos incendiados y destrozados responsabilizan al gobierno morenovallista, que dicen encabeza una elección de estado.
Lo cierto es que a seis días de las votaciones se multiplicaron los actos intimidatorios y que ahuyentan la participación ciudadana.
Sobre todo, en los distritos donde el PAN-morenovallista creía tener la victoria sin mayores complicaciones.
Tal es el caso del distrito de San Pedro Cholula, donde el candidato panista se le complicó la elección ante el crecimiento de los candidatos del Partido Movimiento Ciudadano, Luis Alberto Arriaga y la aspirante priista Matilde Roldán.
De acuerdo a la Averiguación Previa 1651/2015/SACHO, Raymundo Cuautli Martínez, presidente del PRI en San Andrés Cholula, el pasado sábado salió de su casa aproximadamente a las 8 de la mañana para ir por sus caballos para asistir a la cabalgata, que con motivo del cierre de campaña de la candidata a diputada federal por el distrito 10, Matilde Roldán.
"Regrese hasta el día de hoy —domingo 31 de mayo—, aproximadamente a las 3 de la mañana dándome cuenta de que el portón de mi casa estaba forzado y abierto aproximadamente 20 centímetros por lo que me baje con precaución y abrí con el control, ya que es un portón eléctrico y al entrar a la cochera me di cuenta de que dos vehículos de mi propiedad estaban dañados de los parabrisas y de los medallones, revise mi casa y no faltaba ningún objeto de mi propiedad, es decir solo entraron para romper los parabrisas de los vehículos”.
Ante la ola de violencia que se ha desatado en el estado, en los días previos a la elección, asegura Raymundo Cuautli Martínez, “temo por mi integridad física.Ya que también han llamado de números privados para intimidar a mi madre y a mi Padre, diciéndoles que si no me calman se van a arrepentir”.
Mientras son peras o manzanas. Lo cierto es que los brotes de violencia cada vez se generalizan por todo el estado, manchan la elección y alejan aún más a los electores.