Aunque las incondicionales plumas morenovallistas hayan recibido la instrucción de divulgar la versión de que el 9-7 en contra tenía que parecer una victoria de Casa Puebla; la realidad es que si alguien está consciente de su derrota es el Señor de los Cerros.
Así, mientras algunos se rompen la cabeza para explicar lo inexplicable; el gobernador ya tomó medidas inmediatas para intentar frenar su debacle política.
Hay que reconocer que Rafael reaccionó más pronto de lo esperado, y ante un escenario muy complicado, decidió tomar medidas extremas para evitar una caída en el 2016, la cual, además de perder las llaves de la casona de Los Fuertes, implicaría el adiós a su sueño presidencial.
Por increíble que parezca, el hombre que hasta hace unas semanas parecía el amo y señor del reino, tras la elección del 7 de junio terminó siendo el rehén de su propia sucesión.
Por suerte, su pragmatismo le permite a Moreno Valle sacrificar lo que tenga que sacrificar, con tal de retomar el control político de un estado que parece harto de sus excesos.
De ahí que en solo dos semanas haya decidido abrir su juego sucesorio, destapando a su mejor —y única— carta: Tony Gali, como su candidato a la minigubernatura, con un año de anticipación.
Una de las características de Rafael, como hombre de poder, es que no le tiembla la mano para tomar decisiones.
Y aunque es evidente que perdió el timming de su propia sucesión; con el destape anticipado de Gali, quiere retomarlo.
El posicionamiento del futuro candidato en la capital es innegable, pero en el interior del estado requiere de un operativo emergente, el cual ya quedó al descubierto este mismo fin de semana.
Bajo el respaldo de ser el presidente de la red poblana de municipios por la salud, Tony Gali acompañará los fines de semana al gobernador a sus giras en el interior del estado.
En teoría, la estrategia es muy buena y rompe con cualquier impedimento legal; sin embargo, con la inminente caída de su aprobación entre los ciudadanos, ¿hasta dónde ayudará a su candidato?
Para Tony Gali será una empresa complicada lograr aprovechar la basta estructura estatal, sin cargar con todos los pasivos del gobernador.
¿Cómo va a convencer Tony Gali a los damnificados del sexenio de que la represión y la persecución van a terminar?
Sin duda, la personalidad del hoy alcalde le ayudará para dar luces de un nuevo estilo de gobierno, pero no será sencillo, mientras los mensajes provenientes desde el cerro de Loreto sigan por el mismo camino.
O acaso, ante el fin del sexenio y con la cercanía de la sucesión, ¿disminuirán los excesos morenovallistas?
Yo creo que lo de Rafael no es gripe y que eso no se quita. Sin embargo, aunque sea temporal, de este personaje hay que esperar cualquier cosa.
Veremos y diremos.
¿Y los priistas cuándo?
Con la anticipada jugada de Moreno Valle, de destapar a su candidato, ahora el balón está en la cancha tricolor.
¿Para cuándo tendrán los priistas a su abanderado?
De eso escribiré en mi próxima entrega, porque eso... eso es otra historia.