Quien hasta el momento pasaba de manera gris su actuación en la Comisión de Acceso a la Información (CAIP), únicamente levantando la mano aprobando todo lo de sus compañeros, era la comisionada Gabriela Sierra Palacios.
Y es que en la última sesión la integrante del organismo demostró totalmente que está ahí también para rechazar todo lo que sea contra dependencias de gobierno.
Y es que negó transparentar los regalos recibidos por el gobernador Rafael Moreno Valle, tras una solicitud de información presentada por la reportera Kara Castillo la que cayó en el recurso de revisión 96/OTE-06/2015.
La respuesta de la Oficina del gobernador fue que “la información no consta en la dependencia”, y fue justificada por la comisionada, quien en su ponencia explicó que no puede exigirse al sujeto obligado que entregue dicha información, “si no la tiene”.
Pero si la comisionada se hubiera puesto a hacer su tarea, se hubiera enterado que dicha información si se documenta en la oficina del gobernador.
En marzo de 2012, este reportero recibió la información de dicha oficina, en su primer año, el gobernador recibió 304 regalos de distintos tipos, entre los que destacan libros, botellas de alcohol, películas en DVD, arcones navideños y hasta un oso de peluche de Liverpool.
Así lo reveló la oficina de la gubernatura en respuesta a la solicitud de información 0056012 publicada en marzo por Intolerancia Diario.
Sin mayor problema la Oficina de la Gubernatura enlistó los obsequios; aunque, no aclaró si éstos han quedado en manos del mandatario o si han sido donados:
Entre los regalos, destaca unas botellas de tequila, vino, whisky, mezcal; películas como “El niño de la pijama rayada”, un video del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, platones de talavera y distintos obsequios de presidentes municipales entregados en giras.
¿A poco de pronto se dejaron de documentar los regalos recibidos?
Pero a Gabriela Sierra se le hizo más fácil desechar el recurso, con la anuencia de sus dos compañeros en CAIP, Javier Fregoso y Federico González, quienes tampoco ya se toman la molestia de revisar nada, total, todos trabajan para el mismo jefe.
Lo cierto es que Gabriela Sierra ha sido acusada de haber llegado a la CAIP sin tener apoyo de las organizaciones civiles que velan por la transparencia.
Incluso, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información-Puebla (Amedi), Colectivo por la Transparencia, Actívate por Puebla, Puebla Vigila y México Infórmate, acusaron opacidad en el proceso de selección de la más nueva integrante de la CAIP, como bien lo destacó Kara Castillo.
Ella trabajó en la Auditoria Superior del Estado (ASE), cercana a la diputada Patricia Leal Islas, actual presidenta de la directiva del Congreso local y quien realmente maneja los hilos de la opacidad en Puebla.
¿Qué más podemos esperar de Gabriela que levantar el dedo?
No cabe duda, CAIP atraviesa su peor crisis.