En medio del vergonzoso escándalo internacional por la inexplicable y hasta inverosímil fuga de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, la información revelada por WikiLeaks sobre las ligas entre la empresa italiana Hacking Team con los gobiernos de diferentes estados mexicanos, incluido Puebla parecen estar pasando a segundo término por la desaparición del capo de capos.
Sin embargo, hay que reconocer el trabajo de algunos periodistas poblanos, entre ellos Alejandro Mondragón, quien hace unos meses reveló la red de funcionarios encargados del espionaje a personajes públicos y particularmente los enemigos del gobernador, y en donde uno de ellos —Celorio Mansi— resultó ser el principal contacto con la empresa italiana.
Otro de los periodistas que han abierto la caja de Pandora es Fernando Maldonado, quien hizo una descripción de la forma en la que Eukid Castañón opera la sofisticada red de espionaje y obtuvo una serie de versiones estenográficas de grabaciones realizadas a personajes públicos, entre ellos Blanca Alcalá, Enrique Doger, Juan Carlos Lastiri y hasta al gobernador de Chiapas.
Y el día de ayer, completa el cuadro un magnífico trabajo de Ernesto Aroche, quien a través de un arduo trabajo, logró desenmarañar la infinidad de correos electrónicos entre el gobierno estatal y Hacking Team. 
Aroche aporta y liga a un personaje clave y que forma parte del gobierno estatal que ya había detectado Mondragón: José Antinio Celorio Mansi.
Aroche, sin entrar en mayores detalles técnicos, explica los alcances del virus que fue comprado por el gobierno poblano y el cual relega el uso de los antiguos aparatos interceptores de llamadas, toda vez que este virus se interna en computadores y dispositivos móviles, dándole a los dueños del virus una llave maestra de casa aparato infectado para apoderarse del control de toda su información.
Ahora bien, gracias a la revelación de WikiLeaks y a las citadas aportaciones periodísticas, ya sabemos que el gobierno morenovallista envió millones de correos para apoderarse de la información de todos los incautos que abrieron los correos con el virus. En conclusión, gracias a este virus, Moreno Valle tiene acceso a millones de equipos móviles y computadoras, entre las que pueden estar su computadora y seguramente mi celular.
Ahora bien, ¿hasta dónde va a llegar este escándalo y cuáles serán sus repercusiones?
Mucho más lejos de lo que imaginan.
La justificación que utilizó Moreno Valle para comprar un escáner para interceptar llamadas con fines de seguridad pública, no pueden sustentar el haber contratado a una empresa para infectar computadoras con un virus que se apodera de la intimidad de los afectados.
Los delitos cometidos por la autoridad estatal son graves y están en camino de poner tras las rejas a los responsables de este gigantesco delito cibernético, de talla internacional.
Y si no, al tiempo.