Se cocina una denuncia contra la diputada federal Roxana Luna Porquillo.
Solamente los denunciantes esperarán los tiempos en que deje de tener fuero. O sea, a partir del próximo 31 de agosto.
Al parecer los denunciantes serán sus enemigos en la misma comunidad de San Bernardino Chalchihuapan: Araceli Bautista (mamá del exedil de la comunidad, Javier Montes Bautista, detenido en el penal de San Miguel) y comitiva, asesorados por Alejandro del Castillo.
La denuncia será por haber sido la autora intelectual de los acontecimientos que llevaron al afamado enfrentamiento entre policías estatales y manifestantes del 9 de julio de 2014, donde resultaron lesionadas decenas de personas y que derivara en la muerte de José Luis Tlehuatle Tamayo.
Y esperan que proceda, según las malas lenguas.
Por lo mismo, la legisladora ha solicitado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que ordene medidas cautelares para su protección.
Lo cierto, que de darse la denuncia y posible aprehensión, podrían pasar dos cosas.
1.- Puebla se convertiría una vez más en el centro de un escándalo nacional, por una notable represión.
2.- El asesoramiento de Alejandro del Castillo contra la aún legisladora dará aún más de que hablar.
Lo que si sería seguro es que los grupos que la apoyan, tanto a nivel nacional como local, no se quedarían de manos cruzadas.
Habrá que esperar los tiempos.
Encarados Chalchihuapan
Luego de la misa, levantada de la cruz, la procesión y los rezos en el panteón conmemorando el primer aniversario de la muerte del niño José Luis Tlehuatle en Chalchihuapan se encararon los grupos divididos.
Fue Araceli Bautista, mamá del exalcalde auxiliar, Javier Montes, quien fue enfrentada por al menos 10 presidentes auxiliares.
Uno de los integrantes de la Coordinación Estatal en Defensa de la Identidad de los Pueblos (Cedip), le señalaron directamente que por ella se fracturó el movimiento
Con lágrimas, Araceli no respondió, únicamente agachó la cabeza y se retiró, dicen quienes lo vieron.
A los siguientes días, asistió por primera vez a ver a su hijo al penal de San Miguel.
Dicen los enterados que la reunión sacó chispas.
El consejero-comisionado
Federico González Magaña ya se vio como consejero electoral en el Organismo Público Electoral Local (OPLE).
Fue el que mayor puntaje sacó del examen realizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para alcanzar un puesto.
De este modo podría dejar de ser comisionado de acceso a la información pública.
Porque lo suyo, lo suyo, son las cuestiones electorales.
CAIP nada más era un hueso para pasar el rato y darle una ayudadita por lo mientras al gobierno estatal.
Y si no, nada más hay que checar sus números, además de que ha sido el comisionado en la historia de CAIP que ha perdido cuatro juicios de amparo, los únicos en la historia del organismo.
Por lo mismo sueña con llegar a la OPLE, porque lo suyo, lo suyo, no es la transparencia.
De pena ajena.