En el PRI y el PAN echaron andar la maquinaria rumbo a las votaciones de junio de 2016. Ayer, ambos partidos sesionaron sus respetivos concejos políticos estatales.
En el PRI lo hicieron para avalar el método para elegir candidato a la mini gubernatura: Convención de Delegados. Además, rindieron protesta los nuevos consejeros políticos estatales para el periodo 2015-2018.
Dejaron en claro que será hasta enero cuando se lance la convocatoria elegir el abanderado del PRI a la casa Puebla. La prioridad priista en este momento es proyecto antes del candidato.
En el PAN, los morenovallistas echaron la casa por la ventana para presumir que ahora si tienen el control casi absoluto del membrete blanquiazul en Puebla.
El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, aseguró le tomó protesta a la nueva dirigencia estatal, encabezada por Jesús Giles y Martha Erika Alonso.
La máxima prioridad para su partido, dijo Anaya,  es el proceso electoral local de 2016 debido a que se elegirá al próximo gobernador. 
“Hay una gran tarea para este nuevo CDE, tiene en sus manos la tarea de abrir el PAN y de acercarlo a la ciudad, queremos que sea cercano a la gente y a las organizaciones intermedias, que vuelva hablar con las cámaras, colegios y con las asociaciones”.
Las estrategias electorales y la imagen de los suspirantes a las candidaturas se empiezan a diseñar para amagar al contrincante.
En ambos partidos, ya existe una tendencia clara de quien va a ser el candidato que los represente. Sólo esperan los tiempos para hacerlo oficial y enfrentar lo que será la madre de todas las batallas electorales en Puebla.
El PRI, engallado con los resultados electorales de este año, buscará recuperar Casa Puebla, luego de seis años de ser una oposición complaciente.
El PAN morenovallista con la derrota electoral de junio pasado a cuestas, tratará de mantener el poder. Las condiciones políticas no están a su favor y aunque tienen el control de las franquicias del PAN y del PRD para ir en alianza.
Ni el PAN y el PRD están en su mejor momento político. En el blanquiazul existe una severa pulverización de grupos que le impiden unificar el voto. En el sol azteca existe una gran voracidad económica de sus corrientes que tienen como rehén al morenovallismo para  concretar la alianza y los operadores del grupo en el poder en el PRD se muestran torpes e inexpertos.
Aún la alianza PAN-PRD saldrá adelante, pero ese no es el problema, el real conflicto surge de la falta de credibilidad de ambos partidos y de la inconformidad interna que hay en ambos institutos políticos.
De esta forma, los principales partidos políticos cierran el 2015, a la espera de los primeros días para oficializar todo lo que en este fin de año, bajo la mesa de cocine.