De los grandes adeudos que dejará el Señor de Los Cerros, destacan la seguridad, la procuración y la administración de justicia.
Los tres secretarios encargados de la Seguridad Pública del sexenio vieron cómo aumentaron los índices delictivos, sin que alguno de ellos tuviera una política para enfrentar al crimen organizado.
Ni Ardelio Vargas ni Facundo Rosas y tampoco Jesús Rodríguez Almeida tuvieron la capacidad de disminuir la inseguridad en Puebla, por el contrario, a cuando menos los dos primeros se les acusa de haber protegido a grupos criminales y a los tres se les recordará por sus represores historiales.
En el caso de la procuración de justicia, el inefable Víctor Carrancá primero en la procuraduría y ahora como fiscal general, se olvidó de la naturaleza de su función para convertirse en el garrote político del gobernador, fabricando desde su escritorio cualquier cantidad de delitos para inculpar a los enemigos de su patrón.
Y para rematar, lo que parecía imposible, que era empeorar el sistema de justicia en el estado, Moreno Valle lo logró al imponer a Roberto Flores Toledano para que desde el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) hiciera y deshiciera de acuerdo con los intereses de Casa Puebla.
El número de sentencias y resoluciones de magistrados locales echadas abajo por el Poder Judicial federal confirma el cochinero en que está convertido el TSJE.
En conclusión, la administración morenovallista pasará a la historia por el brutal retroceso en tres materias neurálgicas en la sociedad: seguridad, procuración y administración de justicia.
De ahí que vaya a ser muy interesante seguir de cerca al hombre que para esa área designe Tony Gali en su equipo de entrega-recepción.
Posteriormente, veremos si Víctor Carrancá se mantiene al frente de la Fiscalía General del Estado, porque aunque el Congreso local lo nombró por un periodo mayor al del sexenio morenovallista, la realidad es que la mayoría con la que cuenta Moreno Valle y que es la misma que tendrá Tony Gali en el legislativo, le darán carta abierta para poner de patitas en la calle a Carrancá y a toda su pandilla.