1.- No finja ignorancia el lector, cuando le recuerde que las elecciones federales para elevar al trono presidencial a:

Fox costó en números conocidos 16 mil millones de pesos.

Lo de Calderón 22 mil en cifras oficiales.

Lo del actual del señor Enrique Peña nieto 12 mil o algo así.

2.- Las erogaciones citadas las pagó usted mediante impuestos, derechos y servicios. Sí, hubo excesos: El Estado de Derecho en gestación nacional lo sabe; nosotros la plebe, la gleba, el gentío, el vecindario, el populo, la masa, el común: yo, nada conocemos.

3.- Cantidades tan notables como las citadas, destínanse legal (que no legítimamente) al sostenimiento de unos entes de interés público, enunciados en la Constitución General de la República, conocidos como partidos, los cuales:

3.1.- No practican la democracia interna primitiva y simple, impidiendo en un país integrado a los países de más alta competitividad mundial como es la OCDE (aunque estemos clasificados en la cola), desarrollar el espíritu de competencia personal para integrar el colectivo, castrando a millones de mexicanos con aptitudes y capacidades para el liderazgo.

3.2.- Bajo esta ablación, las mafias (no anda errado AMLO), reclutan y seleccionan de entre sus servidores de igual rango mental, cultura y acceso a la información; o de entre sus parientes o quereres, a los candidatos a diversos encargos, los cuales, en caso de llegar, repiten en las administraciones de los 3 poderes el modelito, con los resultados encantadores que vemos ¿gozándolos? diariamente.

3.3.- Aunque sus comités tienen asignaciones $$$ fijos por sus comités ejecutivos, no realizan actividades político partidarias de corte social, derrochando particularmente (no hay otra explicación), millones de pesos anuales en sueldos; gastos personales de promoción personal.  Casos hay en que el titular asigna a su esposa el único vehículo vivo del partido.

3.4.- De la intelectualidad orgánica (Antonio Gramsci), no hay que decir: Diarios, semanarios, revistas, seminarios, encuentros inter partidarios, polémicas, todo público, universal y abierto al electorado, son permanentes. Sí, usted no acude es porque no quiere, pero ahí están.  Jajaja.

4.- “Some day in some time”; las cosas serán diferentes, ya lo verá pronto.

NUESTRA CASA

Los costos de los libros subieron por la devaluación del dólar.  De un doce y pico a casi un veintón.  Paguemos el aumento como si fuese el telecable: sin quejas.