De acuerdo con un reporte extraoficial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), pobladores de San José Cuayachapa habrían enfrentado con palos y piedras a personal del Ejército Mexicano que detuvo a un presunto chupaductos o huachicolero.
Cuayachapa se ubica en el municipio de Esperanza.
El reporte indica que los militares al ubicar al sospechoso, este trató de darse a la fuga, por lo cual tuvieron que realizar disparos de persuasión para que se detuviera, y así lo hizo.
Luego, varios habitantes salieron a la defensa del detenido y atacaron a los militares, pero estos evitaron la confrontación.
Los que sí le entraron fueron elementos de la Policía Estatal Preventiva, la Municipal y los Ministeriales.
La caseta de Esperanza permaneció cerrada por varias horas.
Estas podrían ser las consecuencias que provoca el crimen organizado al comprar conciencias, no solamente la de policías o funcionarios, sino también de los mismos civiles, que han visto incrementar sus ingresos tras el robo de hidrocarburos.
Como ha ocurrido también en poblaciones de Palmar de Bravo.
Lo cierto es que estos municipios se ubican en la zona de “El Triángulo Rojo”.
Donde la que manda es la delincuencia.
Alcalde, con cola que le pisen
Le comento que el viernes pasado la Auditoría Superior del Estado acudió al municipio de Felipe Ángeles (se encuentra también dentro de “El Triángulo Rojo”), para reabrir las puertas de la presidencia e iniciar las primeras investigaciones en contra del edil, Leonardo Gómez, quien fue señalado por casos de corrupción.
La presidencia municipal de Felipe Ángeles tiene al menos 6 meses de haber sido tomada y sellada por los pobladores, quienes pidieron que se realizara una auditoría general, porque existía y existe el rumor de que el dinero del pueblo fue utilizado solo para los intereses del alcalde.
En este espacio alguna vez le mostramos un video donde presuntos elementos de la Policía Municipal de Felipe Ángeles escoltaban camionetas que transportaban hidrocarburos robados y tras estas dos unidades se movilizaban al menos dos camionetas con personal que se dijo eran del crimen organizado.
Al momento que se abrieron las puertas, los auditores detectaron en el patio decenas de bidones que estaban abastecidos con hidrocarburo robado y los investigadores así lo reportaron.
Lo que podría seguir, además de esta auditoría, sería una investigación federal.
En Tecamachalco el crimen no respeta ni a los de casa
El delegado de Gobernación en Tecamachalco, Hugo Mine Nivon, sintió en carne propia lo que sienten quienes han sido víctimas de las bandas que en ese municipio y de los otros que se ubican en “El Triángulo Rojo”, cuando les roban sus camionetas.
Las que en la mayoría de las ocasiones utilizan para el traslado de hidrocarburos robados.
Resulta que el funcionario dejó estacionada en la calle 3 Sur y la 10 Oriente, del barrio de San José, la camioneta Chevrolet tipo Silverado, modelo 2007, placas SK-207041, de color blanco, que es propiedad del gobierno del estado y el lunes a las 7 horas se dio cuenta que se la habían robado.
Este hombre tuvo que acudir a presentar la respectiva denuncia ante el Ministerio Público y luego a esperar que la unidad sea recuperada cuando esté trasladando gasolina robada.
Ni modo.
Nos vemos cuando nos veamos.