Todos pensaron que era un juego. Salvo contadas excepciones, en México dimos por hecho que la candidatura de Trump era una broma de mal gusto.
Un caso concreto lo vivimos con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien se envalentonó en un mensaje en video, importando la voz y con cara de pocos amigos se dirigió a Donald Trump exigiéndole respeto a los mexicanos.
Evidentemente —como muchos otros políticos mexicanos—, Rafael dio por hecho el triunfo de Hillary Clinton, por lo cual su mensaje no pasaría de ser un elemento más de promoción de su imagen con rumbo a 2018.
Víctima de ese error de cálculo, ahora el video contra Trump se hospeda en las redes sociales, como fiel testigo del fanfarrón desconocido que cuestionó, desde Puebla, al hoy presidente electo del país más poderoso del mundo.
Irónicamente, desde ayer, un emisario morenovallista empezó a cabildear la invitación para el gobernador poblano a la toma de posesión en Washington D.C.
Así como usted lo lee, desde ayer iniciaron los trámites para lograr que Rafael sea uno de los invitados a la "coronación" del controvertido magnate, o cuando menos a una de las muchas recepciones que se harán en el marco de la toma de posesión.
No cabe duda que los caradura en política, abundan.
La sumisión total del Poder Judicial
En la práctica judicial, todos los abogados de Puebla saben de los excesos y abusos en lo que incurren los jueces y magistrados del fuero común, por órdenes expresas de Casa Puebla.
Ya no es noticia escribir de la absoluta sumisión de los encargados de impartir justicia, en donde nuestro estado se distingue por esa "disciplina" con la que se dictan sentencias desde la Casona de Los Fuertes, para que sean firmadas por los inefables jueces.
Lo que sí es noticia es el hecho de que el Poder Judicial haya perdido no solo la dignidad en materia jurídica, sino en la financiera.
Desde la mitad del sexenio, el presupuesto del Poder Judicial se administra y dispone desde la Secretaría de Finanzas.
El sumiso presidente del TSJE, Roberto Flores Toledano, tiene que rogar al subsecretario de egresos de Finanzas para que le aprueben utilizar su propio presupuesto.
Una de las premisas fundamentales para mantener la autonomía del Poder Judicial, estriba en el manejo de sus recursos.
Evidentemente, el autoritarismo de Moreno Valle hacía imposible esa independencia, por lo cual ahora el Poder Judicial no tiene ni para jubilar a los magistrados.
Los 161 millones de pesos de subejercicio de los que habla el reportaje de Francisco Sánchez Nolasco en la edición de hoy en Intolerancia Diario, dejan en claro que hasta para comprar un lápiz, depende de la bondadosa aprobación del Señor de Los Cerros.
Ante este control financiero, ¿cómo exigir a los jueces y magistrados resolver apegados a derecho y no de acuerdo con los intereses del gobernador?
Son los costos de una administración autoritaria.
Y pensar que RMV se anda promoviendo como un gobernador humanista.