Estudios de especialistas en atención a casos de contaminación ubican al Río Atoyac, como un verdadero foco de infección para atraer enfermedades, entre algunas de ellas como el cáncer y la hepatitis.

Los mismos investigadores reconocen que más de mil empresas, entre Puebla y Tlaxcala, no cuentan con plantas de tratamiento y otras no funcionan de forma adecuada.