Una extorsión y un plagio fueron las jugadas maestras para la fuga de dos sujetos acusados de secuestros.

Sin un solo disparo.

Sin duda, la fuga de dos secuestradores de la cárcel de Tepeaca, será la nueva modalidad para escape de delincuentes, principalmente los que han cometido delitos de alto impacto.

Las fugas de internos de penales ‎ya no serán a través de túneles, enfrentamientos policiacos, ni siquiera ocultos en tambos de basura, de ropa o disfrazados.

Juan Carlos González Flores y Jaime Andrade Sánchez, ingresados en el 2016 al Cereso de Tepeaca, por el delito de secuestro, utilizaron a integrantes de su banda para poder escapar por la puerta principal y con ropas de civil.

Primero, privaron de la libertad al director del Cereso de Tepeaca, Gerardo Cuevas Rojas, además de que secuestraron al hijo de la subdirectora, Miriam Martínez, para después poder negociar su libertad.

Así las cosas, los dos miembros del crimen organizado quedaron en libertad, demostrando los vacíos que existen en los sistemas penitenciarios y que pueden servir a delincuentes a muchos fines, uno, lograr su libertad, y otros más, como tomar el control total de un penal.

La Fiscalía General del Estado (FGE), ante un mal y debilitado Sistema Penal Acusatorio, se encuentra en un dilema.

O consigna al director y subdirectora del Cereso de Tepeaca, lo mismo que a dos custodios que resultaron implicados o los pone en libertad, porque fueron víctimas de un delito, el secuestro, o los vincula a proceso por permitir la salida de dos reos considerados peligrosos.

Si no los vincula, como debe ocurrir en forma legal, deja abierta la modalidad del secuestro de mandos para la liberación de presos.

Lo que estaría ocurriendo en otros penales del estado, principalmente, donde están recluidos capos de la delincuencia organizada.

Si los vinculan a proceso, entonces es un mensaje directo para mandos en penales.

Estos deben obedecer al pie de la letra la ley, sin importar que con esto pongan en riesgo las vidas de sus familias, principalmente, de sus hijos.

Modelo Alfredo Ríos Galeana

En la ciudad de Puebla, durante la administración de Mariano Piña Olaya, se dieron los delitos de secuestro, con fines de robo.

Alfredo Ríos Galeana, conocido asaltabancos, llegó a Puebla a secuestrar a gerentes de bancos o a los familiares de éstos, con el fin de que les abrieran las bóvedas y robar cuantiosas sumas de dinero.

Luego de Ríos Galeana, la fuga de los dos internos de la cárcel de Tepeaca vuelve a tocar el tema en Puebla y a ponerlo en moda.

¿Quién sigue?

Nos vemos cuando nos veamos.