No tiene mucho que un servidor comentó el mensaje del presunto Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), donde, entre líneas, se responsabilizaban por la muerte de “El Kalimba” y de al menos 16 personas más, entre ellas “El Irwing”, además de que anunciaban la ejecución de otras, entre éstas, mandos ministeriales, funcionarios de varios municipios de la zona de robo de hidrocarburos, conocida como “El Triángulo Rojo”, además de integrantes de otras organizaciones criminales.
En otras palabras, una limpia total.
En esa entrega le comenté que un nuevo grupo criminal había llegado a Puebla y quería posesionarse de todos los negocios ilícitos, además del huachicoleo, narcomenudeo, extorsiones, asaltos a transportes, robo de vehículos y otros.
Ahora resulta que el lunes, en el Puente del Periférico, cerca del Batán, aparecieron dos narcomantas que estarían firmadas por este mismo cártel.
Ahora, la intención, como dicen las misivas, es apoderarse del control total del Cereso de San Miguel, todo el control.
Para tal fin el narcomensaje envía amenazas a funcionarios de la Dirección de Centros de Readaptación, del mismo penal de San Miguel y de varios procesados a quienes implican con asuntos relacionados con el narcomenudeo y de otros negocios.
Queda totalmente claro que el cártel JNG, tiene ya algún negocio o personaje dentro del penal, y de entrada anunció otra limpia total.
En otras palabras, deja entrever que podría acercarse una jornada de violencia.
Le comento que esta misma amenaza, sólo que con el nombre de otro cártel, fue dirigía al Cereso de San Miguel, con el mismo número de mantas, pero de otro grupo y dirigido a otros internos, pero nada pasó.
Alguien está muy interesado en encender un penal que tiene años de no conocer un amotinamiento de alto impacto, como el ocurrido en 1988, que dejó el saldo de muertos, algunos mutilados y decenas de heridos.
Los amotinamientos ocurridos en penales del norte del país, no podrían ocurrir en el estado de Puebla, porque la situación de vigilancia y seguridad de internos no es la misma.
Este penal está muy lejos de poderse convertir en un pandemónium.
Sin embargo, sí hay alguien, algún funcionario de alto nivel, que le está abriendo las puertas al CJNG, que le está permitiendo que coloquen mantas, que mande mensajes en redes sociales o, incluso, que pueda cometer ejecuciones.
Ese funcionario o funcionarios deberían de pensar las consecuencias de abrir las puertas al crimen organizado.
A través de mensajes anónimos de WhatsApp se aseguró que quienes colgaron las mantas viajaban en 2 camionetas Cherokee, en las cuales iban sujetos fuertemente armados con Avtomat Kaláshnikova modelo 1947 (AK47), mejor conocidas como cuerno de chivo.
Nos vemos cuando nos veamos.