El pasado lunes, cuando las cúpulas de los tres partidos que lo componen se presentaron a registrar ante el Instituto Nacional Electoral el Frente Ciudadano por México, hubo un personaje que fue cruelmente ignorado desde su llegada. Fue tal el desprecio y desdén hacia Rafael Moreno Valle, que personalmente tuvo que pedirle a su gente que le tomara fotos ya que los medios de comunicación estaban centrados en Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y en Dante Delgado.
Cuando entró al salón, no había un lugar que tuviera su nombre, se trataba de uno más de los asistentes al evento, y aunque estaba cerca de Santiago Creel, se aprecia perfectamente en las imágenes que simplemente lo ignoró; sobra decir que tampoco hubo lugar para su pequeño séquito que encabezaba Luis Maldonado Venegas.
Pero la situación no paró ahí, en el discurso de Ricardo Anaya agradeció a los liderazgos de los partidos, y mencionó a Jesús Ortega Martínez, Héctor Sánchez, Guadalupe Acosta Naranjo, así como a panistas, pero nunca el de Rafael.
Dante Delgado y Alejandra Barrales hicieron lo mismo y nunca lo mencionaron.
El costo de la ridícula manifestación del sábado con un pequeño grupo de sus aduladores resultó muy alto para Rafael.
Por si algo le faltaba, la movilización en las redes sociales y su carrusel de medios en los que exigía que el Frente fuera democrático, fue tomado como un ataque del suspirante poblano en contra de los promotores de esta alianza partidista.
Al final del evento, nuevamente fue ignorado, y tuvo que recurrir a su equipo para que le acercara a los medios de comunicación. Sin embargo, los reporteros estaban aplicados en captar las respuestas de los tres líderes. En ese momento, Rafael Moreno Valle pasó a ser un cero a la izquierda.
De pena ajena fue ver a Rafael esperando a que terminaran de entrevistar a Anaya, Barrales y Delgado para poder hacer algunas declaraciones, mismas que no aparecieron publicadas. Y es que mientras se arremolinaban con cámaras y grabadoras en torno a los tres, hasta en las imágenes que subió el equipo morenovallista a las redes sociales apenas hay unos cuantos reporteros entrevistándolo en la puerta de salida, sin que nadie empujara y prácticamente lo abordaron en atención a los ruegos de su equipo de prensa.
Y si a todo lo anterior sumamos que en las dos últimas encuestas publicadas por diarios nacionales para medir a los aspirantes a la candidatura presidencial por el Frente, ni siquiera lo incluyeron, podemos sacar serias conclusiones sin temor a equivocarnos: Rafael ya no está en el juego por Los Pinos.
El verdadero problema para el poblano es que haya estirado tanto la liga, que al romperse haya perdido la capacidad para negociar posiciones.
¿Se le pasó la mano a Rafael?
Veremos y diremos