De nueva cuenta personal de la Policía Ministerial del Estado (PME) está que se los carga la chin... porque ya no les llegan sus bonos de 200 pesos y de 600 que mensualmente les venían entregando, y que ahora no sólo ya no se los entregan, sino que además los han amenazado.

De acuerdo con una denuncia por parte de agentes ministeriales, que pidieron la gracia del anonimato, un grupo intentó hablar con el Fiscal, Víctor Antonio Carrancá Bourget, para solicitarle la entrega de esos bonos, y como respuesta les mandó a uno de sus subordinados que les dijo que se estuvieran todos calladitos y sin protestar, o se iban a atener a las consecuencias.

Le comento que existen elementos dados de alta, como personal administrativo, pero que en realidad los tienen como agentes en activo en todo el estado.

Estos agentes han sido sometidos a todos los cursos de actualización y pese a que su gafete dice “Auxiliar B”, en realidad tienen las mismas actividades que el grueso de la Policía Ministerial, sólo que su salario es de sólo 3 mil pesos a la quincena.

De acuerdo con lo que se ha dicho en las noticias, de que los agentes tienen ya la homologación del salario, sostienen que es una mentira.

Existe personal de estos administrativos a quienes explotan laboralmente, les pagan un miserable salario y todavía los amenazan.

Estos elementos que se dice son administrativos, los trasladan a las comandancias del interior del estado, se encargan de transcribir investigaciones, de hacer guardias hasta de 48 horas seguidas, además de que los llevan a los operativos, los utilizan como activos para las investigaciones, en otras palabras, hacen todas las funciones de ministeriales pero con poca paga.

Estos agentes no han tenido el beneficio de poder adquirir una casa, tampoco tienen más prestaciones, como está ocurriendo en otras corporaciones.

Por esto mismo tienen que pagar una renta para un departamento o casa para su familia.

Una extensa carta que en breve le voy a presentar en esta columna indica que los agentes en cuestión no van a poder pasar una buena Navidad para su familia.

Si acaso sólo va a alcanzar para tamales.

Nos vemos cuando nos veamos.