Un asunto que pareciera menor, si se mira con lupa, no lo es tanto.

Los candados que acaba de poner el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para que sus encuestas a nivel nacional no sean reveladas, pareciera un adelanto de la forma de operar en la secrecía.

La masiva reserva, fue luego de un recurso de revisión interpuesto por este medio de comunicación, ante la negativa de la entrega de la encuesta que encumbró a Luis Miguel Barbosa Huerta, como su coordinador estatal.

Que la elección se pondría en peligro si la revelara, fue el argumento del partido de Andrés Manuel López Obrador, finalmente avalado por el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).

En la resolución de INAI, se le ordenó argumentar en un acuerdo de reserva conforme a ley, la no entrega de la encuesta a este reportero.

Pero Morena se puso vivo y de una vez se sirvió con la cuchara grande.

Así que aprovecharon y ahora reservaron no solamente el estudio de Puebla, sino todas las encuestas que han realizado en todo el país por un año.

Pero además, dejaron el candado cerrado para futuros estudios demoscópicos.

Lo chistoso del asunto, es que los de Morena argumentan que si se abren se ponen en riesgo los resultados de las elecciones en su contra.

¿A poco realmente si se revelan los datos, se pondría en riesgo la elección y sus adversarios se aprovecharían de la información para ganar?

Si esto fuera cierto, surge una pregunta: ¿Por qué si se publicó la encuesta realizada en la Ciudad de México, hasta en su página web? ¿Ahí no hay peligro?

Incongruencia.

Si se ve el vaso medio lleno, podría la misma publicación de los estudios, encumbrar más a sus futuros candidatos, si es que está demostrada su aceptación, como el caso de la capital del país.

El misterio crece para saber qué tendrán de datos las famosas encuestas.

Bueno, al menos lo sabremos dentro de un año, cuando se abran finalmente tras la orden del INAI.

El berrinche

Paola Migoya, luego de que no fue seleccionada como la candidata de Morena a la presidencia municipal de Puebla, se ha dedicado a todo, desde a hacer berrinches, hasta escribir en su Facebook, todo menos a dar la cara.

Desde entonces, se ha negado a dar entrevistas a medios de comunicación y ahora hasta ni el WhatsApp contesta por educación, dizque porque le tiene aberración a los reporteros, eso dicen.

Lo cierto, es que se ha resguardado a piedra y lodo, para evitar confirmar o desmentir, que está ahora coqueteando con el Partido Verde Ecologista (PVEM) para ser su candidata a la alcaldía.

Y es que hay que recordar que fue sorprendida la semana pasada por Violeta Lagunes, en las instalaciones de dicho instituto político de derecha, cuando aún no era bateada por Morena.

Como quien dice, sino es Chana, es Juana, el chiste es aparecer en la boleta.

De pena ajena su catarsis en el Facebook, donde ahora dice que los malos son los de Morena, todo por no escogerla como su abanderada.

No cabe duda que de la que se salvó el partido de izquierda.

La misiva

La semana pasada en este espacio, les advertimos que había un problema con el sistema de alcantarillado de la avenida Juárez, recién remodelada.

Este miércoles, tras el primer aguacero del año, sufrieron terribles encharcamientos, como los registraron los mismos poblanos en vídeos publicados en las redes.

A raíz de lo señalado, por medio de una carta, el titular de la Secretaría de Infraestructura, Xavier Albizuri, afirmó que han sido subsanados los problemas.

Además, nos reveló que los trabajos no han sido concluidos y apenas en la tercera semana de marzo se entregará la obra.

Pero también advierte que sí se encuentran vicios ocultos, habrá sanciones.

Aquí la misiva:

“Estimado Jorge Castillo, con relación a tu columna publicada, me permito hacer las siguientes precisiones: Todos los registros a cargo de empresas prestadoras de servicios se respetaron durante la obra de modernización de la Avenida Juárez, nunca fueron cerrados con concreto y se encuentran en óptimas condiciones como puede apreciarse en el reporte fotográfico que se adjunta.

La determinación de colocar temporalmente una tapa de triplay y grava se tomó como medida de seguridad durante la ejecución de la obra, a fin de garantizar el tránsito seguro de peatones en la zona y prevenir incidentes por registros abiertos en las banquetas.

Es importante resaltar que es responsabilidad de las empresas prestadoras de servicios realizar las adecuaciones necesarias en los registros para su conexión y habilitación.

En cuanto a la afirmación de que existen vicios ocultos, cabe señalar que el término se refiere a las deficiencias presentadas en una obra tras haber concluido el contrato de ejecución, lo cual no ha ocurrido en el proyecto de la Avenida Juárez, cuya fecha de término está fijada para la tercera semana de marzo.

Si posterior a esta fecha se detectan fallas, se aplicarán las medidas establecidas en el contrato referido”, termina la carta.