La Secretaría de Marina y la justicia federal tienen dos enemigos en Puebla. 

El crimen organizado y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.  

En los primeros se encuentran las bandas de Roberto de los Santos de Jesús conocido como “El Bukanas” y, el segundo, Antonio Martínez Fuentes, “El Toñín”.

Ambos, principales ladrones de hidrocarburos, son y han sido, después de “El Cachetes”los líderes de la felonía que más dinero ha llevado a las arcas de funcionarios de los gobiernos federales, del estado y municipales de las pasadas y actuales administraciones.

Por eso gozan de mucha protección en Puebla. 

Sobre todo de la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos.

Y la muestra salta a la vista.

En Palmarito Tochapan se encuentra y siempre se ha encontrado la casa de Antonio Martínez Fuentes, “El Toñín”, y todos lo saben.

Lo sabe el gobierno de Puebla, el federal, el de Quecholac, los pobladores de Palmarito, los militares, los marinos, la PGR y hasta las redes sociales.

Todos lo han visto desde montar a caballo, hasta pasearse en sus lujosos vehículos, en toda la región. 

El operativo para detenerlo que el martes pasado desató la Secretaría de Marina, obedeció a estos reportes, de que el hombre más buscado en la región por robo de hidrocarburos estaba a la mano de la justicia.

Y si no pudieron detenerlo fue primero por la defensa de una parte de la población, la que le sigue y llevó a la presidencia de Quecholac, Alejandro Martínez Fuentes, que incluso paralizaron la circulación de la autopista Puebla-Orizaba.

Los segundos fueron los de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quienes, en acción sorpresiva, intervinieron de inmediato armando una investigación al vapor, utilizando como prueba videos ilegibles y testimonios sin fundamento.

Todo para que ningún cuerpo de seguridad, salvo la policía de Quecholac, ingresen a Palmarito, por lo menos en 3 años.

Bukanas

Y no descarte que Roberto de los Santos de Jesús, esté viviendo en Puebla, desde algún punto de Esperanza.

En Veracruz ya lo perdonaron, pero para “tapar el sol con un dedo” ofrecieron una recompensa de 5 millones de pesos para quien lo ponga.

Aunque a su hermano que estaba preso lo dejaron en libertad.

Ya en Puebla nadie habla de “El Bukanas”sólo la Marina y estos lo tienen ubicado.

Sólo falta que también lo defienda la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. 

Nos vemos cuando nos veamos.