El Sistema Nacional de Investigadores (SIN) en México cuenta con más de 14 mil 600 integrantes para atender cerca de mil problemas y necesidades existentes en las diversas comunidades, regiones y sectores productivos. Teóricamente tenemos 14.6 investigadores para atender cada problema nacional, pero en la realidad no es así.
No ocurre así, porque la educación y la investigación están separadas de las principales necesidades sociales, principalmente de las que padecen las familias más pobres.
Hay problemas que tienen más de 50 años, y no solo no se han resuelto, sino que se han agravado como el agua, el suelo, los bosques, la alimentación, la obesidad, la inseguridad y la productividad, entre otros.
Esta fue una de las razones por las que el 28 de marzo del año 2011 presenté en la tribuna de la Cámara de Diputados, en la LXI Legislatura, un punto de acuerdo que exhortaba al ejecutivo federal a promover la creación del Sistema Nacional de Innovadores (SNIN), tomando como referencia al SNI. Lamentablemente no hubo ninguna respuesta; a nadie le interesó —Texto de la propuesta en www.jimenezmerino.com.mx—.
Señalaba, entonces, que la capacidad inventiva y de innovación entre la población mexicana se encuentra en el mismo nivel que otras naciones más desarrolladas.
Poco se ha hecho para aprovechar el potencial innovador
La diferencia es que en México poco se ha hecho para aprovechar el potencial innovador; en tanto, que en otros países cuentan con mecanismos institucionales que les permiten canalizar esta cualidad y reflejarla en su aparato productivo.
La innovación, de acuerdo con diferentes autores y estudios en la materia, se puede definir como todo cambio basado en conocimientos que generan riqueza. Esta última incluye aspectos tales como la cultura, las capacidades, la economía, los valores y otros elementos que son inherentes al individuo.
Entendemos como Innovación al uso creativo del conocimiento en respuesta a necesidades sociales o necesidades u oportunidades del mercado (OECD, 1999). No es suficiente generar conocimiento; este se convierte en una innovación cuando es usado productivamente.
La innovación es un cambio sustantivo de una forma nueva de hacer algo o, un proceso productivo que trae consigo un incremento en la productividad o en los resultados de ese proceso el cual, resulta tan útil o atractivo que rápidamente es adoptado por la mayoría de los actores de la cadena productiva o de quienes realizan ese proceso. Un aspecto fundamental de una innovación es que ésta puede tener un origen tecnológico, científico o simplemente práctico.
La innovación es una mejora permanente basada en conocimientos. Las innovaciones se crean a partir del conocimiento apoyado en la información, datos disponibles, la transferencia a los usuarios, la adopción y la utilización final por parte de los beneficiarios, clientes y mercados.
Falta una estrategia de atención a innovadores
La ausencia de una estrategia dirigida a la atención de los innovadores en México, va acompañada de grandes importaciones de tecnología, de un escaso desarrollo de patentes, de una innovación limitada, de baja productividad y reducida competitividad en los mercados, especialmente por altos costos de producción y largos periodos de adopción tecnológica que oscilan entre 8 y 12 años, cuando lo posible está entre 3 y 5.
Por falta de capacitación, asesoría técnica, diseño, apoyos financieros e innovación, miles de micro, pequeñas y medianas empresas mueren en promedio a los 2 años de creadas.
Pero además, la falta de incentivos a la innovación, ha generado el fenómeno que se conoce como fuga de cerebros, el cual, de acuerdo con estudios realizados por instituciones como la UNAM y el CONACYT, se debe a la falta de oferta de estudios especializados y de calidad, lo que obliga a los jóvenes a salir del país mediante una beca; muchos de ellos deciden no regresar, pues el único compromiso que tienen con el gobierno mexicano es solo moral.
Del año 2000 al 2005, la llamada fuga de cerebros se mantuvo en una tasa del 6 por ciento, siendo los principales destinos para radicar Europa y Estados Unidos.
Entre los principales compromisos del nuevo gobierno, que inició este primero de diciembre, escuché con atención el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre un Plan Nacional de Innovación. Es algo muy necesario para el desarrollo de México.
¡Ante este inicio de gobierno, deseo el mayor éxito al presidente y a su gabinete por el bien de nuestro país!