Si los partidos políticos utilizaran el sentido común, que por simple lógica debiera ser el más simple y sencillo de aplicar, otro gallo nos cantaría; sin embargo, los dirigentes de estos institutos pagados con el dinero de todos nosotros, parecen obstinados en utilizar la cerrazón en lugar de la razón.

El caso Puebla, nos habré la posibilidad de utilizar como ejemplo, que los políticos hacen exactamente al revés de lo que sería el uso del sentido común.

Vayamos por colores.

Desorden y ambición en Morena

En Morena, la falta de un guía y líder de respeto de este partido en Puebla, ha convertido a sus militantes, en miembros de un instituto Montessori, en el que todos hacen lo que se les pega la gana.

De entrada, los diputados locales se creyeron la historia de la autonomía política y se olvidaron que tienen un jefe político nacional que casualmente es también el presidente de la República.

Por otro, los demás beneficiarios del tsunami lopezobradorista también se creyeron el cuento de que cuentan con un gran capital político.

Con sus excepciones, todos cobran hoy del erario gracias a su jefe, sensei, amo, dueño o cómo le quieran decir a “ya saben quién”.

Así las cosas, me parece que a Morena en Puebla, le hace falta de manera urgente la llegada de un emisario del presidente, que ponga orden y que perfile el futuro de este partido de cara a los sucesos políticos y electorales venideros.

Y conste que ese delegado no debe ser ningún gurú de la política, solo tiene que aplicar el sentido común.

Lo que parece tan complicado francamente no lo es.

Si de verdad le van a correr la gubernatura interina a los azules, que se los digan pronto, claro y fuerte.

Y si van a tomar la ventaja que les da su mayoría para nombrar a un morenista, pues que les diga directamente el nombre del elegido desde Palacio Nacional.

Si ha de ser de Morena, solución muy simple la tendrían por ejemplo, nombrando a Rodrigo Abdala interino, a Barbosa súper delegado y a Armenta perfilarlo a la candidatura y así, de un plumazo ganan todos.

Pero seguramente no será así y se despedazarán hasta poner en riesgo lo que hoy tienen prácticamente en la bolsa.

Ya lo verán.

La orfandad y avaricia azul

Por el lado del PAN, sus circunstancias lo hacen también no ver con claridad el futuro.

De igual manera traicionan al sentido común y se olvidan que en un escenario de orfandad inesperada, la única posibilidad de sobrevivencia es manteniéndose unidos.

Sin embargo, parece que desde el más allá, su extinto sensei, les aconsejara hacerse pedazos.

Tan simple como ponerse de acuerdo para presentar una misma carta al gobierno federal para hacer frente a la gubernatura en los próximos meses. Y así poder medir y perfilar al que sea el mejor candidato para la elección del 2 de junio.

Empecinado el llamado “grupo de los tres” en que sea Rodríguez Almeida, provocan divisiones entre quienes lo consideran un agandalle para favorecer a Luis Banck con la candidatura y así consolidarse los tres como los herederos de Rafael.

No parecen darse cuenta que no les alcanza ya con los restos del grupo morenovallista. Ahora sí requieren de todo el panismo, cuya pieza clave es Tony Gali y su grupo al que han tratado de excluir, en donde también resultan importantes militantes pisoteados por Moreno Valle y los partidos de la coalición, cuyo compromiso murió también el 24 de diciembre. Si no incluyen a todos en esta reconstrucción, van que vuelan al matadero.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Mensaje para la “Comandanta Rosales”

Una fuente siempre bien informada al interior de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal comandada por la secretaria Lourdes Rosales, me ofrece datos de la forma en la que crece la corrupción de manera desorbitada.

Me detallan que Víctor Ávila Andrade, es quien opera todo este mar de corrupción al interior de vialidad municipal. De entrada, nombró al comandante Serrano jefe de motos, cuando nunca fue motociclista. Este personaje le puso cuota diaria de 500 pesos por moto. Si son 30 motos, se llevan 15 mil diarios repartidos entre Aviña y Serrano. Y cómo lo que importa es la mordida, ya los sacaron de los operativos. Un ingreso más es que quien tenga una falta, justificada o no, debe pagar mil pesos.

Este es sólo un rubro de los muchos que controla Víctor Ávila, ente otros, el del servicio público. No es casual la baja de infracciones oficiales que se registran en la administración de Claudia Rivera, ya que las mordidas están a la orden del día para cubrir las altas cuotas exigidas por estas criaturitas del señor.

Estas son sólo algunas de las muchas acciones que mantienen en estado de putrefacción a esta dependencia a cargo de la inoperante e ineficiente “Comandanta Rosales”.

Ni más, ni menos.