A marchas forzadas, los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado —con la ausencia de José Juan Espinosa— cabildearon para lograr sacar una terna compuesta por Guillermo Pacheco Pulido, Jesús Rodríguez Almeida y Gerardo Islas.

Con los dados ya cargados en favor de Pacheco Pulido se buscará que hoy por la mañana, la Comisión de Gobernación depure estos tres nombres, para poder presentarlo como único aspirante al pleno legislativo que tentativamente se reunirá a votar hoy mismo por la tarde.

Durante este fin de semana, la operación política del grupo de Morena Puebla a través de Gabriel Biestro les dio como resultado contar con el respaldo de otras fracciones parlamentarias, particularmente la priista para sumarse a la propuesta de Guillermo Pacheco Pulido; mientras que la otra propuesta proveniente del grupo panista-morenovallista, empeñado en la figura de Rodríguez Almeida espera una llamada milagrosa que cambie el rumbo.

Así las cosas, los diputados de Morena con el aval de Yeidckol Polevnsky perfilaron a Pacheco Pulido, en donde según sus cuentas y gracias a los acuerdos concretados, dicen tener amarrados los votos de entre 28 y 30 diputados.

Sin embargo, el panismo no se cruzó de manos y su propuesta ya fue apalancada por los gobernadores de su partido.

También, la mañana de ayer domingo, Tony Gali mostró el músculo de su liderazgo y reunió a los líderes de los partidos políticos que conformaron la alianza electoral para sumarse a la propuesta del CEN del PAN. Y aunque esta esta recomposición política será motivo de una próxima columna, hay que decir que el ex gobernador tomó el mando de un grupo político, después de que quedara evidenciado que a Moya, Banck y Eukid les quedó muy grande el timón.

Regresando a nuestro tema de hoy, la decisión del Congreso en favor de Pacheco Pulido parece tenerlo con un pie y medio en Casa Puebla.

Sin embargo, no se puede desdeñar la posibilidad de que de último minuto, suene el teléfono rojo con el mensaje de “ya saben quién“, dando una línea distinta.

Hasta el último minuto previo a la votación, todo puede suceder y a eso apuestan quienes están en contra de la llegada de Pacheco, por considerar su arribo como la avanzada barbosista.

No es casual la embestida mediática contra Pacheco, principalmente orquestada con las declaraciones de Lydia Cacho para buscar descarrilarlo del interinato.

En conclusión, y con eso de que AMLO ya habla físico, yo hoy hablaré matemático, por lo cual les diré que las posibilidades de Pacheco Pulido son de un 80 por ciento, y que sólo la llamada “celestial” podría impedir que fuera el gobernador interino.

Almeida y la necedad azul

Nunca entendí la necedad de quienes impulsaron desde el primer día a Rodríguez Almeida, cuando eran obvios y evidentes los impedimentos legales.

Existiendo muchos otros cuadros panistas poblanos se empeñaron en este personaje, como si no pudieran encontrar y presentar otros perfiles.

Hace unos días escribí de los impedimentos legales que marginaban a Jesús Rodríguez Almeida de la posibilidad de ser el gobernador interino.

No es un tema de capacidades, sino de requisitos legales.

Para ponerlo con manzanas les presento los motivos que le impiden ser.

La Constitución Política del Estado de Puebla en su artículo 74 dice:

“Para ser Gobernador se requiere: I.- Ser mexicano por nacimiento.

 II.- Ser Ciudadano del Estado en pleno goce de sus derechos políticos.”

Ante este requisito, nos remitimos al artículo 18 donde se determinan las condiciones para ser considerado como ciudadano poblano.

En su fracción III textualmente dice:

“Son poblanos: Los mexicanos nacidos fuera del territorio del Estado, hijos de padres no poblanos, CON RESIDENCIA CONTINUA Y COMPROBABLE DE CINCO AÑOS DENTRO DEL MISMO, mayores de edad, que manifiesten ante el Congreso local su deseo de ser poblanos y obtengan del mismo su aprobación para ser considerados como tales.”

La ley es muy clara y contundente en sus requisitos para ser gobernador. Para la mala fortuna del aspirante, hay hechos irrefutables que demuestran que al ser originario de Ciudad Acuña Coahuila, debe demostrar haber vivido durante un mínimo de 5 años de manera continua.

Existe documentación oficial que demuestra que del 5 de diciembre de 2012 al 5 de diciembre de 2014, fungió como secretario de seguridad pública del Distrito Federal en el gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Y también hay testimonios oficiales que prueban que Rodríguez Almeida llegó a vivir a Puebla el 8 de agosto de 2015, cuando Rafael Moreno Valle lo nombró secretario de Seguridad Pública, en sustitución de Facundo Rosas, por lo que sólo puede acreditar 3 años y 5 meses de vivir en nuestro estado.

Y en el supuesto que haya tramitado su carta de poblano ante algún Ayuntamiento, estaríamos ante una flagrante falsedad de declaraciones ante una autoridad, lo cual tipificaría la comisión de un delito, con la consecuente nulidad de ese documento.

Las fechas y documentos públicos lo condenan.

La necedad del panismo entre ellos Marko Cortés, los llevó a que su carta fuera fácilmente sacrificable.

Todo indica que en el pecado llevaron la penitencia.

Ni más, ni menos.