En las últimas semanas el municipio de Guadalupe Santa Ana, enclavado en la Mixteca poblana, se ha convertido en blanco del crimen organizado.

Un grupo de malandros que presumen ser del norte del país, se está apoderando no sólo de este municipio, sino también de San Pablo Anicano, que es cabecera distrital de Acatlán de Osorio.

Nada más en Guadalupe Santa Ana, en las últimas fechas, se han contabilizado ocho ejecuciones, de estas dos en las últimas horas 

Vecinos de esta región ven extrañados que su presidente municipal Rebelino Alejandro Herrera Martínez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no haya solicitado la presencia de las fuerzas policiacas del Estado y Federales.

Les extraña, porque primero este alcalde, cuando estaba en campaña denunció amenazas por parte del crimen organizado e incluso pidió protección y ahora ni siquiera se acuerda de que lo habían amenazado de muerte.

Rebelino Alejandro Huerta, presidente municipal
Rebelino Alejandro Huerta, presidente municipal

También la queja por la falta de seguridad recae en el encargado de esta misma área, Julio Herrera, de quien incluso han llegado a pensar que estaría protegiendo a este grupo delictivo, donde destaca Juan Herrera Cariño, quien es el que encarga del "cobro de piso", de la organización criminal.

Julio Herrera, secretario de Seguridad Pública
Julio Herrera, secretario de Seguridad Pública

Entre los crímenes que se han registrado en este municipio se encuentra el de un taxista que fue ejecutado con disparos de arma de fuego y su cuerpo fue abandonado en el paraje "El Tecuitli", en el kilómetro 1 más 100, del camino que lleva a San Pablo Anicano.

Otra agresión armada que se le adjudica a este grupo criminal fue el ataque con armas de fuego a una vinatería de Acatlán de Osorio, donde perdió la vida el propietario de nombre Diego.

Entre los últimos asesinatos está el de Guadalupe Cipriano, de 21 años de edad, perpetrado por 6 sujetos armados, quienes antes lo habían levantado y se lo llevaron en dos vehículos de color negro.

Y le comento que la mayoría de los ejecutados, sino es que todos, Antes fueron amenazados para que entregaran diversas sumas de dinero a cambio de protección, o lo que también se conoce como "pago de piso".

El presidente municipal de Guadalupe Victoria, Rebelino Alejandro Huerta y su secretario de Seguridad Pública, Julio Herrera, deben ser llamados a cuentas para que expliquen por qué no les ha interesado la seguridad de los habitantes de esta población.

¿Por qué ese nuevo cártel opera de manera tan impune?