La aún presidenta estatal del PAN, Genoveva Huerta, al parecer estará preocupada los siguientes días ya que se prepara una auditoría a los recursos ejercidos en la campaña a gobernador, ya que ella reportaba gastos muy parejos a los de Luis Miguel Barbosa, sólo que en sus eventos asistía menos de la décima parte de las personas que se veían con el gobernador electo.
Los recursos van a ser auditados también por el INE, que en 2016 puso el ejemplo al revisar al PRD y encontrar que se habían alterado las facturas, recordemos cómo ubicó que 20 escobas tenían un costo de 5 mil pesos cuando no debieron costar más de 400 pesos.
Ahora se dice que la auditoría será tanto por parte del CEN, como del INE, y se podría investigar a una empresa que presuntamente fue beneficiada y que pertenece Eduardo Alcántara.
Y hablando del exsecretario de Gobernación Municipal en el trienio de Lalo Rivera, le cuento que Alcántara Montiel ya levantó la mano para ser dirigente del comité municipal del PAN, aunque habrá que ver si la investigación no lo deja fuera de la jugada.
Otro panista que también buscará suplir a Pablito Rodríguez Regordosa es un antimorenovallista, Hilario Gallegos Gómez, aún hay tiempo y habremos de estar pendientes para conocer la lista completa de los suspirantes, quienes empiezan a mover sus fichas de cara a las elecciones de 2021.
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Contra los hijos ingratos
Pasaron casi nueve meses para que en el Congreso del estado se presentara una iniciativa seria, lejos del show de prohibir las bolsas de plástico, de hablar de bifobia, o demás temas de moda para que llegara un asunto sensible para todos, legislar en contra de los “hijos ingratos”, aquellos que después de recibir la donación de una casa —por ejemplo—, por parte de sus padres, son capaces de maltratarlos e incluso echarlos a la calle.
Casos hay cientos, personas que trabajaron toda su vida y para evitar pagar el testamento dejan en donación los bienes a sus hijos, mismos que posteriormente se sienten con derechos sobre el bien como si a ellos les hubiera costado. Ahí comienza el maltrato hacia los padres, al grado tal que los “hijos ingratos” son capaces de lanzar a la calle a sus progenitores.
Fue la diputada atlixquense, Guadalupe Muciño Muñoz, quien presentó una iniciativa para reformar el artículo 2222 del Código Civil. Con el cambio al texto se podrá revertir la donación por la llamada “ingratitud” con lo cual se termina el vacío legal que existe actualmente y la persona afectada podrá recuperar los bienes y disponer nuevamente de ellos para su beneficio.
Son éstas las reformas que está esperando la sociedad, las que den el beneficio directo y como en éste caso, se permitiría que verdaderamente se hiciera justicia a la gente de la tercera edad que no quiere festivales del Día del Abuelo, compasión, o ternura falsa, sino que se respeten su derechos realmente.