La veda electoral, que concluyó hace más de mes y medio, no puede ni debe ser el pretexto de la alcaldesa Claudia Rivera para no ejecutar obras en la capital poblana.

Basta con recorrer las principales avenidas de Puebla o caminar algunas calles de las juntas auxiliares para reconocer que urgen obras de infraestructura y servicios.

No sólo hablo de tapar baches, de pintar cebras de colores o pavimentar cuadras, de temas tan elementales como darle mantenimiento a los semáforos de los principales cruceros que un día sí y otro también se descomponen y generan tremendos congestionamientos viales.

Hablo de desazolvar drenajes, de actualizar y revisar las alarmas colocadas en ríos y barrancas, de llevar al taller las patrullas municipales dañadas, y hasta de mantener actualizada la página web del Ayuntamiento de Puebla.

Si bien es cierto que la ley obliga a que ninguna autoridad presuma sus logros durante los meses que duran las campañas electorales, la norma no dice, en ningún artículo, que los gobernantes se deban desentender de sus obligaciones durante los procesos electorales.

Si como acusan los regidores de oposición e incluso algunos de Morena, el retraso en obras y licitaciones genera que al cierre del año fiscal se presente un subejercicio de más de 900 millones de pesos; es decir, que no se gaste todo el recurso público que tiene Puebla, estaremos ante un fracaso total de la administración municipal.

De ahí el llamado a no sólo gastar el recurso, sino a gastarlo eficientemente, a ejecutar las obras e incluso a darle el mantenimiento necesario a la infraestructura municipal para cumplir con los servicios que por ley, debe brindar el Ayuntamiento.

Me queda claro que no todo es responsabilidad de Claudia Rivera, aunque sí está en sus manos resolver la ineficacia que los funcionarios de su administración evidencian. Para iniciar podría pensar en remover a tres titulares que por más que traten de justificarlo, han resultado unos buenos para nada.

Las carteras de Inseguridad, Gobernación y la de Infraestructura y Servicios Públicos son auténticos dolores de cabeza para la presidenta municipal y en donde los ciudadanos tienen puestos los ojos ante la falta de resultados de la administración local.

Se han cumplido ya nueve meses de este gobierno y aunque se entiende que exista una curva de aprendizaje, por el bien de los capitalinos, espero que el segundo año de gobierno de Claudia sea mucho más productivo y eficiente.

Hoy en día no tenemos ni siquiera conocimiento de si la alcaldesa y su titular de Infraestructura, José Israel Román Romano, ya se reunieron con los diputados federales para presentarles la carpeta de proyectos para el 2020. ¿Se están cabildeando estas propuestas o todavía no se ha presentado ninguna?

Peor aún ¿existirán proyectos y tendrán las carpetas hechas a estas alturas del año?

La presentación del Presupuesto de Egresos de la Federación ante los diputados federales será en la primera semana de septiembre y por el bien de la ciudad, espero que Claudia Rivera no deje para después este tema. A la ciudad le urgen muchas mejoras y claro, recursos para ejecutarlas.

¿Corregirá Claudia el rumbo perdido de su administración?

Veremos y diremos.