Primero sonaba como una patraña.

Después poco a poco ha ido tomando seriedad.

Y ahora se dice que es una posibilidad muy cercana: Un cabildazo

Desde que inició el gobierno de Claudia Rivera Vivanco, empezaron los rumores que podría no terminar su gestión de tres años al frente del ayuntamiento de Puebla.

Y todo por un muy mal trabajo, lo que fue reflejado en la elección del pasado dos de junio, el que está dejando muy mal a la llamada Cuarta Transformación (4T).

Hasta la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, señaló que se tendría que revisar a los ayuntamientos que fallaron.

Pero en el caso de Claudia, ese no sería el único argumento.

Hay muchos que pesan más, como es la política y deslealtades.

Y todo porque antes de tomar posesión, empezó una especie de coqueteo con el morenovallismo y su antecesor Luis Banck Serrato.

Esto fue muy mal visto por la 4T.

Incluso se fueron en un viajecito a Estados Unidos, cuando estaba el rompimiento en la cúspide, por ¡El pleito en tribunales entre Luis Miguel Barbosa Huerta y Martha Erika Alonso Hidalgo!

Con este viaje, muchos afirmaban que era la confirmación que el morenovallismo la cobijó para su triunfo, con tal de dejar afuera a Eduardo Rivera, a quien Rafael Moreno Valle, lo veía más peligroso y menos manipulable.

Además en medio del conflicto, se reunió con el gobernador, Tony Gali, a pesar de que el dirigente Gabriel Biestro y Barbosa le pidieron no hacerlo bajo la teoría de que “avalaría el fraude”.

En todo el tiempo del pleito electoral en los tribunales, Claudia Rivera se manifestó muy escasamente a favor de Barbosa, prefería no hablar.

Contrario a sus compañeros de partido, se dedicó a señalar que respetaría lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Y ganó finalmente Martha Erika Alonso, la gubernatura en el tribunal.

Todos los ediles de la 4T insistieron en el fraude.

Claudia hizo mutis.

Fue así como sus enemigos crecieron.

Después vino la muerte de la gobernadora Martha Erika y de Rafael Moreno Valle.

Todo dio un giro de 180 grados.

Ahora, Luis Miguel Barbosa será gobernador constitucional de Puebla en unos días, tras una elección extraordinaria.

Y las cosas cambiarán.

Tiempo al tiempo.