Muy cerca de donde se encuentra el prestigiado Colegio Castlefield, sobre el Bulevar Forjadores, en el municipio de Cuautlancingo, donde la presidenta municipal es María Guadalupe Daniel Hernández, a partir de este jueves va a operar el antro High Mens Club, cuyo propietario es un empresario del Estado de México, que incluso en la ciudad de Puebla ya tiene otro negocio.
El problema de este nuevo antro, que presume su publicidad logos de las dos empresas más importantes de televisión en México, es que va a quedar no sólo cerca de este colegio, sino de otro más del Gobierno del Estado, por lo cual se considera un peligro real para los alumnos que acuden a estas dos instituciones educativas.
De hecho, el lector debe saber que existen reglamentos sobre el uso de suelo para los negocios como estos y que una de las principales condiciones es que no se encuentren cerca de escuelas, por temas que se debe tomar en consideración como los accidentes que puedan generar los clientes que salen del negocio en estado inconveniente y abordan sus vehículos, en muchos casos cuando ya son horas escolares.
Ese negocio de giros negros comenzará a operar a partir del jueves 25 de julio y de acuerdo a lo dicho por el propietario cuentan ya con toda la bendición de las autoridades municipales, de salud y del Estado para poder operar honorarios incluso fuera de las horas de reglamento que serían a las 3:00.
Vecinos de la zona han manifestado su preocupación, porque mientras ellos piden mayor seguridad para su familia y sus propiedades, por otro lado les acercan un negocio donde la clientela va a salir en estado inconveniente y existe el temor de que puedan atacar a alguien, cometer un delito o simplemente ocasionar un accidente vehicular.
Ante menos policías más antros.
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Evitan custodios suicidio de un interno
Como resultado de la inmediata intervención del personal de custodia del Centro de Reinserción Social (Cereso), de San Miguel, evitaron que un interno del área de ingreso se quitara la vida cortándose el cuello con un objeto de metal.
Se trata de José Antonio C. G. quién ingresó la tarde del domingo como presunto responsable del delito de portación de arma de fuego, situación que lo mantuvo en estado de depresión a grado tal que espero a quedarse solo para autoagredirse.
El reporte indica que la tarde del lunes, el interno se hizo de un pedazo de metal con el que se cortó el cuello y que de manera inmediata los custodios se dieron cuenta y lo trasladaron al área médica y posteriormente a un hospital de la ciudad de Puebla donde es atendido actualmente.
De no haber intervenido de inmediato el personal de custodia habría ocurrido una muerte lamentable.
Nos vemos cuando nos veamos