Este lunes, por medio de solicitudes de transparencia, revelamos como se han gastado más de 2 millones 400 mil pesos, en comidas y banquetes en el ayuntamiento capitalino encabezado por Claudia Rivera.

Del total, más de 2 millones 300 mil pesos se gastaron en dos banquetes navideños.

Uno fue ofrecido por la presidencia municipal cercano a los 2 millones de pesos y el segundo por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) por 323 mil 408 pesos.

Pero ahora les agregamos otro dato que llama la atención.

La cena ofrecida por la titular de SSPTM, Lourdes Rosales Martínez, fue en el restaurante Puebla de Antaño.

Casualmente habiendo cientos de lugares en Puebla, se escogió el mismo establecimiento que utilizó Claudia Rivera Vivanco, como bunker de campaña.

¿A poco ofrecía los mejores precios?

También llamó la atención la respuesta que dio a la prensa la alcaldesa al ser cuestionada por la cifra que ha ahorrado el ayuntamiento de Puebla con la implementación del “Plan de Austeridad”.

Dijo simplemente que “no se gasta en lujos como se hacía anteriormente”.

¿En serio se ahorró en una cena navideña de 1 millón 983 mil 600 pesos?

¿A poco no hubo forma de bajar ese presupuesto?

¿Tal vez dando menos vino?

Conste que son solo preguntas.

  • El adiós del señor López

Una muestra de la barredora, fue lo ocurrido en la Comisión de Derechos Humanos (CDH), donde Adolfo López Badillo, dejó la presidencia de la forma en que la operó: en lo oscuro.

Por la puerta trasera salió el ahora ex ombdusman poblano más criticado de la historia del organismo.

Todo por ser protector de las tropelías que dio el morenovallismo.

Para su suerte, su administración casualmente terminaba el 29 de julio, tres días antes de la llegada del barbosismo.

Digo para su suerte, porque no va a tener que lidiar con el abrupto cambio de gobierno.

Sin embargo, se sabe que habrá una investigación de su proceder a lo largo de ocho años, donde vivió bajo el cobijo del finado Rafael Moreno Valle, a quien protegió todo ese tiempo.

Hay tan solo que recordar el silencio total al caso Chalchihuapan o a los centenares de presos políticos de la administración gubernamental del terror.

Su mutis fue parte o derivo en la creciente ola de delincuencia e incluso de casos de feminicidios.

Dicen que López Badillo, aunque evadió al Congreso, sin embargo, aún puede regresar, pero solo sería a saldar cuentas.

Tiempo al tiempo.