Muchos fueron los negocios y excesos que al amparo del poder realizó Rafael Moreno
Valle durante su sexenio. La instalación de la empresa armadora alemana AUDI fue presumida con bombo y platillo como un logro de su administración para detonar un polo económico. Se aseguró que la trasnacional generaría una enorme cantidad de empleos y un sinfín de beneficios caerían sobre los municipios de la zona. Jamás llegaron los trabajos y la Ciudad Modelo terminó tan olvidada como Chernobyl.
Desde la concepción de la llamada Ciudad Modelo y el anuncio de la llegada de AUDI, Intolerancia Diario documentó que se trataba de un negociazo morenovallista que además despojó a los pequeños ejidatarios y de paso, violentó la ley, al trasgredir la autonomía municipal.
En este, como en muchos de los casos emblemáticos del morenovallismo, el Congreso; es decir los diputados locales, estuvieron a merced para atender las órdenes de Rafael y adecuar las leyes a los intereses y necesidades de quienes ostentaban el poder político y económico.
Como se recordará hace casi tres años, el 20 de septiembre de 2016, el exgobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, envió al Poder Legislativo una iniciativa para la enajenación de bienes que correspondían a la exhacienda San Miguel El Salado, en San José Chiapa. El Estado era propietario de 19.5 hectáreas y el proyecto proponía vender 10 de ellas (poco más de la mitad) sin la necesidad de informar sobre el comprador o monto de la operación.
A todas luces una irregularidad de la cual dimos cuenta en su momento.
Al final, los diputados avalaron la “enajenación” (léase venta de remate) de 67 mil 91.753 metros cuadrados del inmueble identificado como “una fracción de terreno que se segrega del predio fusionado, formado por cinco fracciones segregadas de la antigua Hacienda de San Miguel El Salado y 25 parcelas ubicadas en San José Chiapa”; el monto de la operación y quiénes lo adquirieron aún se desconoce.
Los abusos de la armadora, respaldados por el gobierno morenovallista, también fueron contra la libertad de expresión.
Como lo documentamos el 8 de octubre de 2015, al equipo de Intolerancia Diario se le retuvo y se le exigió borrar material, cuando periodistas realizaban un recorrido por las plataformas de la empresa para ahondar en las investigaciones. Aquí unos reglones del recuerdo:
Ayer el equipo de Intolerancia Diario —Mireya Novo, fotoreportera; Wilder López, camarógrafo y Mario Martell, reportero—, fueron víctimas de la intolerancia de la empresa Audi.
Encapuchados trataron de impedir el trabajo periodístico de Intolerancia Diario, y les condicionaron el libre tránsito. Se les exigió borrar las imágenes captadas, a lo que en primera instancia se negaron. Esta situación ocasionó que por una hora los periodistas no pudieran abandonar las instalaciones y fueran escoltados por una decena de guardias.
Tras la denuncia en redes sociales, la condena a la agresión fue unánime. Estos hechos, generaron una exigencia de la Red Puebla de Periodistas para que la compañía Audi de México ofrezca respeto irrestricto a la labor periodística, “ya que no es la primera vez que se agrede a reporteros que buscan información”.
La pregunta obligada es: ¿Qué esconde Audi?
Hasta aquí la obligada cita que demuestra el autoritarismo con el cual se operó durante el morenovallismo, una empresa trasnacional que además fue enormemente beneficiada con la condonación de impuestos y otros estímulos fiscales.
De todo ello y mucho más del entramado AUDI, hay un personaje que conoce muy bien los detalles, su firma se encuentra en algunos documentos e incluso existen terrenos en la zona que están a su nombre aunque siempre los ha negado. Quizá por eso, Pablito Rodríguez quien era el secretario de Desarrollo Económico en esos años, no logra dormir.
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Manzanilla y su top legislativo
El pasado domingo, el periódico El Economista publicó un reportaje que revela la poca productividad de la mayoría de los legisladores, que contrastan con el trabajo de unos cuantos, sobre quienes que pesa el aporte legislativo de la Cámara de Diputados.
Llama la atención que Fernando Manzanilla Prieto figure entre los legisladores más productivos de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados, ya que como legislador federal por el PES aparece en la lista como uno de los 12 legisladores con dos iniciativas aprobadas por el pleno. Sólo dos diputados sumaron tres iniciativas aprobadas.
Y digo que llama la atención, porque Fernando Manzanilla, se desempeñó como diputado un sólo periodo ordinario de sesiones, toda vez que solicitó licencia para ocupar desde enero la Secretaría General de Gobierno.
Así, mientras abundan los nombres de diputados y diputadas que no han logrado una sola aprobatoria de ley, hay otros como Manzanilla al que le bastó un período para hacer su trabajo.
De acuerdo con el estudio de El Economista, los diputados de los ocho partidos políticos representados en San Lázaro, presentaron mil 729 iniciativas, de las cuales sólo 88 fueron aprobadas, es decir, que sólo el 5 por ciento terminan en ley; el resto de las iniciativas, terminan durmiendo el sueño de los justos.