Las jornadas transcurren y el pago de las facturas a los errores cometidos en la pretemporada se empieza a notar.
El equipo camotero, después de nueve jornadas, acumula solo seis puntos para colocarse en el antepenúltimo lugar de la tabla, solo por encima del Veracruz.
La llegada del cuestionado Juan Reynoso al parecer solo fue un paliativo durante dos jornadas para después regresar a la triste realidad, pues a la fecha ya acumula dos derrotas de manera consecutiva y con pocas expectativas de mejorar ya que este martes estará enfrentado al campeón Tigres en San Nicolás de los Garza para posteriormente regresar al Cuauhtémoc y recibir al subcampeón León.
La tarde del sábado, La Franja se metió al gigante de acero en Monterrey para sucumbir al son de tres goles a dos frente al peor Monterrey de los últimos meses y a pesar de una buena reacción para empatar a dos goles, pero los camoteros no pudieron darles el tiro de gracia y al final se concretó una derrota que además estaba más que cantada.
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El Chelís
Después de las declaraciones realizadas por El Chelís durante la semana pasada donde puso el dedo en la llaga y dejó al descubierto todo lo que veníamos adelantando en este espacio, la molestia llegó al feudo camotero donde muchos jugadores se sintieron ofendidos y no podían creer lo que escucharon por parte de su ex técnico quien a decir verdad no tenía ya ningún compromiso con ellos después de la manera en que prácticamente lo echaron del equipo y él solamente se limitó a decir “su verdad”.
Lo que sí es una realidad es que algo deberá hacer la gente de Televisión Azteca, pues no es posible que los empleados que mandaron a Puebla los sigan poniendo en ridículo.
Ya estuvo bueno de que el equipo se haya convertido en el hazmerreír de todo el futbol mexicano solo por encima del Veracruz.
Mentiras, malos modos, soberbia y una necesidad intrínseca de desterrar todo lo que tenga que ver con la identidad del equipo en Puebla, es el común denominador de una directiva perdedora que ha dejado de manifiesto su falta de capacidad para manejar un equipo de primera división.
Dirigen al equipo con la seguridad que les brinda la ignorancia futbolística y los resultados están a la vista, pues a la fecha llevan ya cinco torneos sin meterse a La Liguilla y es que, honestamente, con la llegada de Azteca, muchos pensamos que por fin la escuadra estaría en buenas manos y se le devolvería la grandeza que algún día tuvo y resultó todo lo contrario desgraciadamente.
Bien dicen que lo que mal empieza mal acaba y desde que mintieron con la “supuesta” venta del equipo al Sr. Manuel Jiménez, se han venido dando una serie de sucesos desafortunados al interior de la institución, pasando desde la directiva, consejo consultivo inexistente, cuerpos técnicos y jugadores, donde la mentira es lo que rodea a un equipo que ante tales situaciones, la afición ha decidido abandonarlo a su suerte al no asistir más al estadio.
Desgraciadamente, en el Puebla todo se maneja por amiguismos, que si El Rambo por vergüenza quiere renunciar y no se la aceptan porque es amigo de la familia, que si el de marketing y negocios se pelea con todo el mundo y le genera inestabilidad al equipo, tampoco se va porque es sobrino de quien manda en el futbol en TV Azteca, que si los del área de inteligencia deportiva son unos inútiles y también se quedan porque juegan backgammon con el director deportivo, que si en la fuerzas básicas todo está mal y los entrenadores son unos perdedores natos pero también se quedan porque son cuates y cómplices en los ingresos al equipo.
En serio, así de verdad no se puede, y todavía nos quejamos de porqué está así el equipo, y ante ello, lo ilógico sería que después de todo lo que le platico, la escuadra ganara partidos.
Será una temporada larga y compleja donde no queda más que sumar lo más que se pueda para mantenerse en la pelea porcentual, pero de verdad valdría la pena que quienes realmente mandan en el Puebla le dieran ya una solución definitiva para evitar seguir siendo la burla constante del futbol mexicano.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.