El anuncio del gobernador Miguel Barbosa de investigar de nueva cuenta el caso de San Bernardino Chalchihuapan, ocurrido el 9 de julio del 2014, donde un menor de 13 años de edad murió por un disparo de proyectil de gas lacrimógeno a manos de elementos de la policía estatal, ha despertado sospecha de encubrimiento entre quienes investigaron y quiénes fueron los responsables.

Y es que si el lector recuerda lo ocurrido en la autopista Puebla-Atlixco, cuando los pobladores se revelaron a la orden del gobierno de Rafael Moreno Valle de retirar el Registro Civil, cerrando el paso vehicular, fueron elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes recibieron órdenes del mando de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), que fueran retirados a costa de lo que fuera.

Como consecuencia hubo dos personas heridas por disparos de proyectiles de gas lacrimógeno, uno de estos un niño de 13 años de edad, José Luis Tehuatlie, quién a los 10 días falleció en el Hospital General del Sur, además de un adulto que murió tiempo después.

Pues resulta que la Fiscalía General del Estado (FGE), se hizo cargo de las investigaciones de lo ocurrido en Chalchihuapan, y que como ya es sabido por todos, los responsables de quién dio la orden de esa agresión fueron exonerados, Además de que el fiscal de ese entonces, Víctor Antonio Carrancá Bourget, mintió para encubrir a todos los implicados.

Y lo más chistoso y a la vez molesto, es que ahora, quienes se van a encargar de las mismas investigaciones, son los mismos que protegieron a todos los personajes implicados durante la administración del extinto Moreno Valle, y como es obvio, otra vez los van a exonerar.

Conocedores del asunto, verían con malos ojos que todos los implicados en las investigaciones de ese caso, en referencia a la FGE, deberían ser relevados de sus cargos, para que exista una investigación con limpieza tal y como lo ha prometido el gobernador de Puebla.

En otras palabras, muchas cabezas deben de rodar, antes de que se investigue cómo se debe investigar, donde hubo un claro abuso de autoridad y dónde el gobierno de aquel entonces se manchó las manos de sangre.

¿Quién encabezará la lista de los despedidos?

Nos vemos cuando nos veamos