Sin duda el consumo de tabaco por parte de los fumadores provoca en las finanzas públicas un daño considerable. Dotar a institutos como el IMSS, ISSSTE, SSA, ISSFAM y otros espacios de salud pública de médicos, tratamientos y estudios para atender casos de cáncer, asma y afecciones derivadas del consumo de nicotina es altamente costoso para el Estado.

Es cierto que se deben hacer campañas que realmente busquen inhibir el consumo de cigarrillos, incluso los electrónicos. Los costos en materia de salud e incluso las afectaciones indirectas como las ausencias laborales por causa de afecciones respiratorias o cardiacas son muy considerables.

Sin embargo uno no termina de entender cómo es que a los legisladores de la 4T les preocupe tanto el caso pero al mismo tiempo tengan en su agenda la idea de impulsar la legalización de la mariguana.

Resulta esquizofrénico tratar de entender porque se pretende legalizar el consumo de una hierba, que entre otras formas, también se fuma; al mismo tiempo que a los fumadores se les restringen, cada vez más, los espacios para consumir el tabaco, una droga que ya está legalizada.

La prohibición de fumar en espacios cerrados acarreará algunas complicaciones. De entrada la Ley General para el Control del Tabaco, de observancia federal señala que “El gobierno del Distrito Federal, los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios, deberán adecuar sus Leyes, reglamentos, bandos y demás disposiciones jurídicas, de acuerdo con las competencias que a cada uno corresponda, para que sean congruentes con la presente Ley”.

Entre los lineamientos de dicha norma se establece que sí se podrá fumar “En espacios interiores aislados que dispongan de mecanismos que eviten el traslado de partículas hacia los espacios 100% libres de humo de tabaco y que no sea paso obligado para los no fumadores”.

Fue precisamente por este tipo de lineamientos que cientos de empresarios restauranteros en Puebla decidieron hacer fuertes inversiones para colocar los extractores, puertas y mecanismos necesarios para que los clientes pudieran disfrutar de un cigarro en espacios exclusivamente destinados a los fumadores.

Pero a nuestros flamantes diputados locales les parece que no es suficiente la inversión de los restauranteros y que la inclusión no es para todos, sólo para los no fumadores, por lo cual están dispuestos a imponer la mayoría lopezobradorista en el Congreso y avalar una ley que desde ahora les adelantó, generará muchos amparos.

Habrá que esperar un par de meses para ver con qué argumentos los diputados morenistas cambian su discurso y avalan el consumo de la mariguana, planta a la que al igual que el nopal, cada día le encuentran más propiedades.

Lo malo no es que aprueben el consumo de mariguana o que se paguen impuestos por la venta y producción de los derivados de la planta, lo verdaderamente risorio es que nuestros diputados no ven que precisamente las miles de quejas que le encuentran al humo del tabaco y los daños que a la larga se ocasionan en fumadores y no fumadores, serán iguales o perores a las secuelas de quienes consuman el enervante.

Así nuestros diputados de cuarta.