Ayer, en éste espacio cuestionábamos la buena fe de Fernando Manzanilla en torno a su videocolumna donde anunció una iniciativa para castigar hasta con 5 años de cárcel “a quienes difundan imágenes y videos relacionadas con los feminicidios y homicidios en particular la divulgación por parte de policías, peritos o funcionarios públicos”.

Hoy me encuentro en condiciones de señalarle que la propuesta del exsecretario General de Gobierno se trata de un lucro. En caso de aprobarse, la llamada #LeyEscamilla prácticamente sería un premio para los responsables, ya que actualmente en Puebla sí existe legislación en la materia pero exige una sanción carcelaria hasta por 10 años, es decir, el doble de lo que se solicitaría a nivel federal.

Es lamentable que los políticos insistan en “subirse” a los temas de moda para atraer los reflectores mediáticos y que utilicen temas tan sensibles como los feminicidios y la divulgación de las imágenes de las víctimas, para autopromocionarse.

En el Artículo 421 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Puebla se establece que: “Son delitos que afectan  la Procuración y Administración de Justicia (…) Dar a conocer a quien no tenga derecho, documentos, constancias o información que obren en una averiguación previa, carpeta de investigación o en un proceso penal y que por disposición de la Ley o resolución de la autoridad judicial, sea información clasificada como reservada o confidencial”.

La ley es clara. Se sancionará a cualquier persona, incluidos los servidores públicos, que divulguen información, fotografías, videos, archivos o cualquier dato que ponga en riesgo la investigación. Además se dictará prisión de 3 a 10 años y se aplicarán multas de entre 42 mil y 168 mil pesos a la servidora o el servidor público que cometa el delito.

También se establece la destitución e inhabilitado hasta por diez años, de quienes resulten acusados y sentenciados.

Ojalá y en lugar de reducir las sanciones a quienes cometen dichos delitos y divulgan imágenes que revictimizan a las mujeres o a cualquier víctima de homicidio violento, se endurezcan las penas. 

Nadia ¿Con qué calidad moral?

Seguramente usted como yo, todos los días cuestionará el gobierno de Claudia Rivera, que si la inseguridad, que si los baches, que si la movilidad, que si el ambulantaje, en fin, temas hay muchos; sin embargo la senadora morenovallista Nadia Navarro es de las personas que menor calidad moral tiene para criticar la administración municipal.

Ayer, muy envalentonada en la tribuna de la Cámara Alta le exigió a la alcaldesa de Puebla que sea empática con las mujeres que han perdido a un familiar a causa de los asaltos y la inseguridad que impera en la capital.

El reclamo es sin duda, otro ejemplo del oportunismo político. ¿A caso a Nadia Navarro se le olvidó que siendo directora del Instituto Poblano de la Mujer, ella guardó silencio cuando comenzó la ola de feminicidios en Puebla o que jamás se pronunció públicamente para respaldar a la madre del menor muerto en Chalchihuapan?

Oswaldo y sus cargos imaginarios

Y ante el desmadre que generó Genoveva Huerta en el PAN Puebla, le cuento que el diputado Oswaldo Jiménez también decidió sumarse al oportunismo político.

Con un  tuit y tres fotografías pretendió legitimar su “cargo” como coordinador de los blanquiazules en el Congreso local.

Para mala suerte del panista, ayer mismo, Mónica Rodríguez asistió a una reunión de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, sí al órgano de deliberación que está integrada por los coordinadores de los Grupos Parlamentarios.

Fue la propia Mónica quien, en otro tuit, informó que se encontraba en la Jugocopo donde “los Coordinadores de todas los Grupos Parlamentarios acordamos hoy que se revisarán a fondo los expedientes de los aspirantes a la @FiscaliaPuebla”.

En tanto a Edgar Olvera, el Coordinador Nacional de diputados locales, le llovieron reclamos por hacerle caso a Genoveva e invitar a su amigo Oswaldo a la reunión.

Una tras otra con esa presidenta.