A partir de este miércoles, médicos internos de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) podrían ya no asistir a su capacitación al Hospital Universitario (HU).
Esto para su propia protección, por lo que la máxima casa de estudios poblana, se uniría a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Politécnico a aplicar esta medida.
En el nosocomio de la UAP o HU, ya se habilitó un piso completo para atender a los enfermos de Covid-19 o coronavirus.
Y es que al parecer algunos de los jóvenes médicos residentes, que estudian una especialidad, son sospechosos de haber contraído el virus.
Ahora el piso habilitado es el único que puede usar un elevador para que entren exclusivamente los pacientes de Covid-19.
Ante el posible contagio, los médicos internos, quienes aún están estudiando la carrera de Medicina, podrían ser mandados a sus casas o seguir sus trámites escolares de otro modo.
Todo para su protección.
El PRI y sus guerritas
En plena contingencia del Covid-19, los infiernitos o guerritas en el Partido Revolucionario Institucional, no tienen tregua, sobre todo por la dirigencia estatal.
Y es que poco a poco se han ido bajado de sus aspiraciones algunos integrantes de la larga lista que pretendían el cargo.
Por ejemplo, Lucero Saldaña, dicen que ya no quiere.
Mientras tanto, quienes empezaron desde hace unos días a hacer una mancuerna es el ex dirigente Lorenzo Rivera, junto con José Luis Márquez, quienes se prometieron las perlas de la virgen mutuamente.
Ambos personajes, en esa alianza, se han dedicado a despotricar contra quienes están más fuertes para tratar de debilitarlos, como son Juan Manuel Vega Rayet y Néstor Camarillo.
Se dice que de estos dos personajes saldrá el líder priista, una vez que termine la contienda.
Lorenzo Rivera, en su desesperación por repetir en el cargo, se unió a Márquez.
Lo que no han contemplado es su pasado, del cual están muy bien enterados en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Por cierto, los priistas afirman que Lorenzo Rivera, traicionó a su sobrino Enrique Rivera, a quien no apoyó como candidato a diputado federal.
Y de este modo contribuyó a que perdiera, apoyando al candidato de Movimiento Ciudadano.
Por su parte, José Luis Márquez, primero, se alió con Rafael Moreno Valle, luego con Morena y ahora quiere dirigir al PRI.
Todo porque José Luis Márquez, apoyó al gobernador Miguel Barbosa en la campaña del 2019.
Media sierra poblana, sabe que por medio del Partido Verde, hizo los movimientos suficientes para que llegará a gobernador, traicionando a los priistas.
Al menos eso se dice en los corrillos políticos del tricolor.
Por esto mismo, José Luis, afirma que tiene la fuerza para que llegue, ya sea él o impulse a Lorenzo.
Lo que no sabe o si, pero no dirá, es que en el CEN, esta situación y su pasado no es bien vista y la misma podría sepultarlos.
Lo cierto es que aún falta mucho para la renovación priista.
El mundo entero está en stand by, pero el PRI es la excepción, al menos en dicha renovación, porque en sus guerrillas o infiernitos, sigue latente.
Tiempo al tiempo.