El riesgo para el líder político de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador es real, latente, constante y sistemático, aunque muchos de quienes lo rodean nieguen su existencia, o de plano se hayan instalado en la cómoda posición de dejar pasar.

No es el ex locutor radiofónico Pedro Ferriz y sus interlocutores en el sector privado, tampoco lo es los intereses voraces y económicos del dueño de Grupo Salinas y TV Azteca, Ricardo Benjamín Salinas Pliego.

Y menos la postura rupturista de los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro; Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco; de Chihuahua, Javier Corral; o de Michoacán, Silvano Aureoles.

 

En realidad se trata de un movimiento que se gestó en redes sociales, sobre todo a través de Facebook y WhatsApp en donde subyace el caldo de cultivo para incrementar la repulsa contra el Presidente de México y su forma de ejercer el poder.

En uno de ellos por ejemplo, llamado Frente Nacional Antiamlo que hasta este lunes tenía más de 39 mil 500 miembros, se llama de manera constante a provocar la caída del mandatario ... y uno que otro, clama por el regreso de Felipe Calderón Hinojosa, el ex panista que ahora mismo está dedicado a la formación de su propio partido, México Libre y a tuitear en contra de toda medida gubernamental.

De la aspiración a la acción, los administradores de las cuentas de Facebook llaman a ser actores protagónicos del cambio en el poder desde su propio interés y lógica que anida en el sector conservador.

Unas 15 líneas telefónicas, entre ellas una de Puebla cuyo número es 2226693118, administran a un número incalculable de grupos en los que se difunde información con una línea editorial contraria a López Obrador y sus huestes.

Cada una de las personas inscritas deberá hacer un grupo de diez personas y estas diez, a su vez harán lo mismo en lo que parece una guerra de guerrillas virtual a través de redes sociales que parece difícil de frenar, o contrarestar incluso, con las mañaneras del tabasqueño.

El esquema parece simple pero efectivo y contempla incluso un pequeño protocolo para evitar la presencia de infiltrados de la #4T con la idea de seguir trabajando en el proceso de socavamiento del Movimiento Regeneración Nacional.

La estrategia está en marcha y por el tono y la urgencia no se observa exista mucha paciencia como para llegar al día de la elección presidencial, en 2024 y tampoco en 2021, en la jornada intermedia.

¿Ya lo sabe la guardia pretoriana de la Cuarta Transformación?