En entregas pasadas le habíamos comentado que en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, desde el ingreso de Raciel López Salazar, como secretario, se habían creado grupos llamados de inteligencia, formados en muchos casos por personal con antecedentes penales en delitos que van del secuestro, la extorsión, el robo, y hasta el abuso de autoridad.
En el caso corrido la tarde del lunes 27 de abril, en la Unidad Habitacional la Margarita, que dejó como saldo que un menor de 12 años de edad resultará atropellado por una patrulla de la policía estatal, uno de estos grupos de inteligencia tuvo mucho que ver.
Resulta que una de estas células, que de manera anticonstitucional circula en vehículos sin ninguna razón social, pese a que forman parte del parque vehicular del gobierno de Puebla, fueron quienes protagonizaron la balacera, porque venían en persecución de dos presuntos narcomenudistas, hombre y mujer, que circulaban a bordo de una camioneta Lincoln de color blanca.
La camioneta fue interceptada sobre el circuito Juan Pablo Segundo, a la altura del Centro Nocturno Mamitas y como el conductor se negó a detenerse, le dispararon a las llantas y a la carrocería de la unidad, con la intención de alcanzar a lesionar a los tripulantes.
La persecución terminó en el interior de la unidad habitacional, donde fue detenida la pareja, sin que se precisará si en esos momentos llevaban algún tipo de droga o armas.
El apoyo a este grupo de inteligencia llegaron elementos de la Policía del Estado en varias patrullas, siento una de estas la que atropello al menor, quién termina siendo víctima circunstancial de la lucha que libran "malandros contra malandros".
Le comento que algo malo debieron haber hecho los del grupo de inteligencia, qué cambiaron de ubicación la camioneta Lincoln detenida, la sacaron de La Margarita y la llevaron a otro lugar, como para ocultarse de algo que hicieron mal.
En las fotos que le presento la camioneta blanca fue detenida en La Margarita y los de inteligencia alteraron las pruebas y la fueron a dejar en una calle de La Hacienda.
Qué vergüenza de policía.